Meritxell Batet no repetirá como presidenta del Congreso
La reforma laboral de la ambiciosa Yolanda Díaz ha sido aprobada de forma fraudulenta en la tarde del jueves 3 de febrero en el Congreso de los Diputados. Por otra parte es una mala reforma que subirá los impuestos laborales y nos mantendrá a España a la cabeza de Europa en desempleo. Es además, una reforma mentirosa, como bien recalca en una espléndida información, el diario El Economista, en su edición del viernes 4. Siempre demagoga, la 'chulísima' vicepresidenta segunda. doña Yolanda Díaz, ha vuelto a engañar a todos vendiendo el contrato fijo discontinuo como seguridad en el empleo. El Economista habla de 'falsos indefinidos' y tiene toda la razón. A ver si un camarero contratado para las temporadas turísticas y que va enlazando trabajo temporal con subsidio para ir tirando es un ejemplo de seguridad en el empleo y de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras que doña Yolanda no ha ganado.
Los dos diputados de UPN han roto uno de los grandes males del sistema parlamentario español: la disciplina de voto y la partitocracia
Pero más importante es el fraude de la votación de la Reforma Laboral, con una Yolanda neurotizada y abandonada por su propios compañeros de Gobierno.
Para entendernos, el pucherazo de Meritxell al no aceptar, como prescribe el reglamento, la votación de un diputado del PP, que se equivocó con su voto telemático, certifica la sospecha que cunde por Madrid: Sánchez es capaz de manipular las elecciones con tal de mantenerse en el poder. Este hombre no sabe vivir fuera de La Moncloa.
Además, la reforma laboral ha sido aprobada de forma fraudulenta. Si Yolanda Díaz tuviera vergüenza no aceptaría un triunfo logrado gracias a la manipulación de la votación en el Congreso. Y naturalmente lo ha hecho: es chulísimo.
Y los grandes medios de comunicación lo aceptan. Cumplen el primer mandamiento de la corrupción: si es, debe ser. Dicho de otro modo: el fin justifica los medios
Por otra parte, los dos diputados de UPN han roto uno de los grandes males del sistema parlamentario español: la disciplina de voto y la partitocracia. Carlos García Adanero y Sergio Sayas se negaron a aceptar las órdenes de su partido, que había pactado un chalaneo con el PSOE navarro (PSN) para evitar la reprobación del alcalde de Pamplona, Enrique Maya. Los socialistas navarros, que han pactado con los proetarras de Bildu para mantenerse en el poder, ahora pactaron con UPN para evitar la reprobación de su partido... ¡a cambio de que en Madrid aprobaran una reforma laboral que cualquier partido de derechas debería repudiar! Edificante, por parte del PSOE y por Parte de UPN. Al menos, Adanero y Sayas se han jugado su puesto por coherencia.
Y otros que el pasado jueves se han retratado son los multimedia.
Los grandes medios de comunicación, que no los pequeños, han aceptado el pucherazo bolivariano de Meritxell Batet. Cumplen así el primer mandamiento de la corrupción: si es, debe ser. Se ha aprobado en votación pues aprobado está. Que se haya hecho con fraude y mala intención es lo de menos. El fin justifica los medios.
Ahora sabemos que Sánchez y el sanchismo son capaces de manipular las elecciones con tal de mantenerse en el poder. Sanchez es un adicto a La Moncloa. Habrá que echarle en parihuelas y con la Guardia Civil.