Estamos salvados: Finlandia podría vacunar a sus visones. Era la noticia que estábamos esperando. 

Uno tiene la esperanza de que cuando todo esto pase, se vislumbre, allá al fondo, una mueca sardónica que culmine con la siguiente sentencia: ¡mira que somos gilipollas!  

Hay que quitarse la mascarilla. El bozal no puede convertirse en una mordaza permanente por miedo a no se sabe qué

Observen el grabado adjunto, obtenido con la barrabasada que alguien perpetró en una iglesia aragonesa. A un lado, el sistema inmunitario que, al final, es quien vencerá la virus; al otro, una vacuna de la que muy poco sabemos y los pocos que saben, no se sabe si muy poco, muy poco nos han enseñado. Para ser exactos, nada.

El virus existe puede que haya sido creado con arma biológica, o sea, aposta. También puede tratarse de una negligencia científica¡. Puede que ni lo uno ni lo otro, que haya surgido por accidente natural. Pero, lo que está claro es que alguien, sobre todo grandes laboratorios y la clase política, lo han aprovechado a fondo. 

Finlandia vacunará a sus visones. Menos mal

Tengo muchas dudas sobre el Covid, pero ninguna sobre la utilización perversa que se ha hecho de este virus. Y con éxito. El primero de los cuales es una sociedad doblada, campo de cultivo para la tiranía. Ojo, genuflexa ante el poder pero altiva con el vecino. 

E insisto, hay que quitarse las mascarilla. El bozal no puede convertirse en una mordaza permanente por medio a no se sabe qué.