Greta y Beata con sus papás
No sabemos si los papás de Greta vivieron de sus progenitores. Lo que está claro es que ellos sí que están sabiendo vivir de sus hijas. Primero, de la mayor, la famosa activista de la lucha por el cambio climático y que está a punto de llegar a la cumbre del Clima en Madrid vía Lisboa -no sabemos si en coche eléctrico (si no tarda mucho en repostar) o en tren (aunque si escoge el trayecto Lisboa-Madrid, pasando por Extremadura y viajando en tren, no creo que llegue a tiempo...).
Ahora, los papás preparan a la pequeña, Beata, para que se convierta en adalid del feminismo.
Pero, antes de que Greta Thunberg acaparase titulares por su lucha contra el cambio climático, el activismo de su familia ya era conocido en Suecia. Su madre, la cantante de ópera Malena Ernman, fue la representante sueca en Eurovisión en 2009, logrando un discreto puesto 21 -de 25-. Su padre, el actor Svante Thunberg, dejó a un lado su carrera para volcarse de lleno en sus hijas: Greta y Beata, su hermana dos años menor, ambas con un cuadro psicológico complejo.
Greta fue diagnosticada hace años con Síndrome de Asperger, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y mutismo selectivo, mientras que Beata tiene TDAH, TOC y trastorno de oposición desafiante (TOD).
Mientras Svante Thunberg acompaña a Greta en su cruzada contra el cambio climático a través de sus viajes trasatlánticos, la menor de la familia, Beata, se ha decantado por seguir los pasos de su madre como cantante.
En un libro publicado recientemente, titulado Nuestra casa está ardiendo. Una familia y un planeta en crisis, Malena Ernman habla de cómo el interés de Beata gira más hacia el feminismo, tal y como recoge El Mundo.
A pesar de que los padres sostienen que no se lucran con el activismo de Greta, algunas voces, como la del periodista financiero sueco Andreas Henriksson, sostienen que las huelgas por el clima comenzaron como "una campaña de relaciones públicas para el lanzamiento del libro de su madre".
Por cierto que en estos días, además de por su presencia en el Cumbre del Clima, el nombre de Greta también es noticia por, digamos no predicar con el ejemplo. Parece que la joven activista del ecologismo y la vida vegetariana tiene en su casa -o en la casa de sus papás- un costosísimo mueble que se fabrica con cuero premiun elaborado con piel de animales. Pobrecita, yo creo que pensó que era piel sintética.
Greta y su madre en su casa. ¿Sabéis cuánto cuesta ese sillón? Se trata de la Eames Lounge Chair, un icono clásico del diseño moderno. Elaborado con piel de animal y madera, cuesta más de 6.000€. Estos se están forrando a costa de los tontos útiles. pic.twitter.com/fpXl1tUWCY
— Barbarellah (@iBarbarellah) November 30, 2019