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El 26-M se ha convertido en un bis del 28-A: el PSOE no ha ganado por goleada pero el PP sí ha perdido, a pesar de sus resultados.
La triple jornada electoral, europeas, autonomías y municipales ha ratificado el triunfo ajustado del PSOE en las generales y el desastre del PP. No nos engañemos: el mapa de España era azul y ahora es rojo. Y todo ello con un Pedro Sánchez cristófobo, radical, ególatra y ensoberbecido, un digno sucesor de Zapatero pero que, ay amigo, ha sabido disfrazarse de moderado, de la mano de ese maestro de la imagen y de la mentira. El mercenario Iván Redondo.
Cuatro años más de sanchismo, memorial del zapaterismo: temblad católicos
España roja y España rota el mismo día. Y lo ha conseguido porque Pedro Sánchez no es sólo un hombre de cabeza hueca, sino de alma hueca. Por tanto, extraordinariamente manejable, por un domesticador de hombres como es Redondo.
El caso es que PSOE ha ganado las europeas y un puñado de comunidades autónomas del PP.
Porque Bildu entra en el parlamento europeo y el prófugo y cobardón Carles Puigdemont incluso supera a ERC en el Europarlamento.
El PSOE le ha robado la cartera a Podemos. Sánchez intentará un gobierno monocolor con apoyos puntuales, ora de Ciudadanos, ora de Podemos
En telegrama, el 26-M ha sido esto: el PSOE le ha robado la cartera a Podemos. Sánchez intentará un gobierno monocolor con apoyos puntuales, ora de Ciudadanos, ora de Podemos pero sabiendo que ni uno ni el otro pueden.
Pablo Casado no ha sabido refundar el PP, debió abandonar la sede de Génova 13. Lograr Madrid y perder otros feudos de poder no es un éxito. Ni García Margallo logró convencernos de que el PP no había fracasado.
Pero también es verdad que Albert Rivera empieza a desfondarse.
Pablo Casado no ha sabido refundar el PP, debió abandonar la sede de Génova 13. Se acaba la era popular. Pero Rivera empieza a desfondarse
Dicho esto, el resultado de este mes electoral (cuatro comicios) es que a la España roja se une la España rota… y, lo que es peor, la España cristófoba. Porque si algo es el Sanchismo es, no es ateo, sino antiteo.
Y es que España está dirigida por cuatro partidos progres y uno que no lo es, Vox, pero que debe perfilar mejor su ideario.
Mientras, la Unión Europea se asoma al abismo: está en juego su propia existencia, de la mano de los verdes y de la derecha pagana. Sí, no se trata de extrema derecha sino de la derecha pagana, atea, Le Pen o de Salvini. Estamos en ello y la culpa no sólo es de los extremistas de izquierda o de derechas, sino también de socialistas y democristianos, dos ideologías, por decirlo finalmente, en crisis. Y es que, Europa necesita recuperar su diario cristiano.
Cuatro años más de sanchismo, memorial del zapaterismo: temblad católicos. Llega el heredero de Zapatero, sin la modestia de Zapatero. La cristofobia aumentará en España, porque eso es lo único que une a los sanchistas en especial y a los progresistas en general.