Juan Pablo López-Bravo, nuevo presidente de Abengoa
En Abengoa no deja de haber sorpresas… En la Junta General Extraordinaria de Accionistas celebrada el pasado martes, se aprobó un nuevo Consejo de Administración formado sólo por tres miembros: Juan Pablo López-Bravo, que será el nuevo presidente de la compañía; Margarida Aleida S. de la Riva y Jordi Sarriá. Y esto podría facilitar las cosas a Gonzalo Urquijo, que sigue siendo presidente de Abengoa Abenewco 1, la sociedad participada al 100% por Abengoa como sociedad matriz.
El nuevo Consejo representa al 45% de la plataforma de minoritarios, AbengoaShares, y ha dejado fuera a Clemente Fernández, expresidente de Amper y candidato del 55% restante. Se estimaba que uno de los nuevos consejeros dimitiría para darle entrada como presidente e iniciar el desalojo del equipo de Urquijo en Abenewco 1, pero no ha sido así. Y es que se ha elegido como presidente a Juan Pablo López-Bravo, que durante más de 16 años fue director de Banca Corporativa de Barclays España y es uno de los nueve hijos de Gregorio López-Bravo (el que fuera ministro de Industria y más tarde de Asuntos Exteriores en la dictadura franquista y después diputado de Alianza Popular, y miembro supernumerario del Opus Dei que falleció en 1985 en un accidente de avión) y María de los Ángeles Velasco. A él se han sumado Margarida Aleida S. De la Riva, que es brasileña y ha sido jefe de la oficina de Cumplimiento de CitiBank, y Jordi Sarriá, que ha sido director general y CEO de Nexus Energía durante 15 años, entre otros cargos.
Por tanto, el 55% de los minoritarios ha perdido, pero también la propia propuesta de consejeros de la compañía (Francisco Prada Gayoso, Joaquín García-Romanillos Valverde y Alejandro Sánchez-Pedreño Kennaird) y la del exdiputado naranja Marcos de Quinto, que después de que la semana pasada se rechazara un acuerdo en el que había trabajado, se alejó de AbengoaShares. El Banco Santander y la Junta de Andalucía habrán sonreído con esto último, porque no les hacía gracia que sustituyera a Urquijo. Ahora la prioridad es cerrar el plan de reestructuración (denominado Vellocino) antes del 31 de diciembre, que incluye una financiación de 223 millones de euros, que se podrían ampliar a 250 millones, por parte de seis bancos y el ICO. La Junta de Andalucía, al final, no pondrá nada.