José Manuel Entrecanales es presidente de Acciona desde enero de 2004
Acciona es una de las protagonistas de la jornada bursátil de este martes, al ser el valor que se ha anotado la mayor caída del Ibex (-5%). Y es el mercado cree que José Manuel Entrecanales ha estirado más el brazo que la manga en Nordex: no se fía de su capacidad para controlar el fabricante de turbinas eólicas.
Esa es la razón de que haya castigado a la compañía española con una bajada del 5%. Y es que ha suscrito íntegramente la ampliación de capital del 10% que ha realizado Nordex por 99 millones de euros. Este movimiento no es baladí, pues ha provocado que Acciona elevara su participación del 29,9% al 36,27%, y por tanto, al superar el umbral del 30%, se ha visto obligada a lanzar una OPA sobre Nordex (o sea, por el 63,7% del capital restante) “al precio regulado que marca la normativa alemana -10,32 euros, dato pendiente de confirmación oficial-, equivalente al promedio de cotización de los últimos tres meses”, según anuncia en un comunicado.
La relación entre los Entrecanales y Nordex se remonta a 2015: la firma alemana se quedó con la filial de renovables de Acciona y el mando, y la española con el 29,9% del capital de Nordex y la gestión
El valor de la oferta se estima en unos 637 millones, que se suman a los 99 millones de la ampliación: por tanto, los movimientos anunciados este martes le saldrán por 736 millones. Algo que al mercado no le ha gustado y más teniendo en cuenta la situación de Acciona, que en el primer semestre registró una caída del 16% en el beneficio.
Recuerden que la relación entre la compañía de los Entrecanales y Nordex se remonta al pacto alcanzado en 2015. La empresa alemana se quedó con la totalidad de la filial de renovables de Acciona (Acciona Windpower) a cambio de 785 millones de euros: un 16,6% del capital de Nordex y 366 millones de euros en efectivo. Junto con esta operación, Acciona pactó la compra de un 13,3% en la empresa al entonces primer accionista de la firma, la familia Quandt, una de las mayores fortunas familiares del país y ligada a la transformación de BMW en un gigante automotriz, que seguiría al mando. Así, la española se quedó con el 29,9% del capital y asumiendo la responsabilidad de la gestión.