Recuerden que los verificadores están financiados por la galaxia del Nuevo Orden Mundial (NOM). Ejemplo: Open Society, la siniestra organización de George Soros
La cosa funciona así. Les cuento el caso de Hispanidad. Maldita.es, ‘spin off’, es decir, salpicadura, de La Sexta (¡enorme acierto el de Esperanza Aguirre al calificar el canal de Planeta como ‘La Secta’) asegura, con los argumentos más peregrinos, que Hispanidad, o cualquier medio, a ser posible cristiano, ha cometido un bulo, una ‘fake news’. Con argumentaciones retorcidas como virutas y más falsas que Judas la agencia EFE, Maldita.es o la Newtral de Ana Pastor, aseguran que has cometido un bulo.
Por lo general, lo que simplemente has dicho es algo que se sale de lo políticamente correcto, de la atmósfera cultural imperante, la tontiprogresía, y que, por tanto, no le gusta a Maldita y similares.
El Nuevo Orden Mundial (NOM) intenta apagar cualquier disidencia a sus mandamientos progres, con la excusa de los bulos. En España, la han cogido contra Hispanidad. Pues este digital no se va a doblegar
Una vez que has sido calificado como hacedor de bulos, Facebook hace suya la penalización de los malditos. Incluso -¡qué buenos!- te permiten impugnar su decisión de castigarte. Es decir, permiten que el calumniado le diga, en términos muy correctos, al calumniador, que a lo mejor está equivocado y le suplique clemencia. Al otro lado de la línea anónima, el calumniador incluso podría concederte que, si te pliegas al pensamiento dominante y prometes no volver a hacerlo, a lo mejor te levanta el interdicto.
Recuerden que los verificadores están financiados por la galaxia del Nuevo Orden Mundial (NOM). Ejemplo Open Society, la siniestra organización de George Soros -en España tiene su sede en Barcelona-, no oculta que financia a verificadores en todos los países, especialmente católicos, especialmente hispanos, así que ya saben lo que pueden espera de ellos y, sobre todo, qué ideología perversa les sostiene.
En cualquier caso, Hispanidad, como la mayoría de los medios libres de internet, se niega a someterse y no piensa reclamar a Facebook que “le perdone”.
Oiga, y tampoco tendría mucha importancia que Facebook te penalizara, haciendo caso de sus “verificadores”, de los paladines de “la verdad” quienes, en efecto, evocan el Ministerio de la verdad de George Orwell, un tipo bastante más decente que George Soros. En serio: si no fuera para llorar sería para reír el nombrecito que se autoasignan los susodichos: verificadores, es decir, buscadores de la verdad.
“¿Quién demonios le ha elegido a usted para decidir sobre qué pueden informar los medios de comunicación y qué es lo que los americanos tienen derecho a escuchar?”
Pero el proceso, lo que hace temibles a esta panda, que es una banda, no termina en Facebook. A fin de cuentas, Facebook no resulta tan temible para los medios digitales y para la libertad de prensa. Lo peor es que uno de los criterios de selección de noticias por parte del parásito Google -y este sí es poderoso y crucial para los medios- son, precisamente, las penalizaciones de Facebook. Y así, aunque Hispanidad publique exclusivas, el robot de Google, una máquina convenientemente programada -el algoritmo, para los horteras- oculta a Hispanidad y a los represaliados por los verificadores y por Facebook.
Preferentemente, oculta todo lo que huele a cristiano, a todos lo señalados por Facebook, en el puesto nonagésimo noveno, en la décima pantalla del buscador Google.
Conclusión: como casi todos los lectores digitales no leen periódicos sino que leen a través de Google, si los cantamañanas de Maldita.es o cualquier otra estrella de la Galaxia censora de Soros, te condena… estás condenado a que no te lean o a que te lean la mitad de la mitad. Vamos, a que te lean todos los que buscan directamente Hispanidad, los que marcan www.hispanidad.com.
¿Quiero decir que el trío Google-Facebook-Soros está censurando a Hispanidad y a otros medios católicos de la red? Sí, quiero decir justamente eso.
Pero, ojo, no podrían hacerlo, no podrían ocuparse de todas las hispanidades que en el mundo han sido, sin el mariachi de verificadores locales, artífices de lo políticamente correcto.
Eso sí, Hispanidad, y espero que muchos digitales hagan lo mismo, no piensa pedirle perdón a sus censores. El que nos quiera leer, insisto, que marque directamente www.hispanidad.com. Porque si cedes, en efecto, la espléndida libertad que representa Internet, morirá.
En el fondo todo se reduce a lo que el republicano Ted Cruz le espetó al fundador y director de otro censor del universo digital, Twitter, Jack Dorsey, el censor de Donald Trump: “¿Quién demonios le ha elegido a usted para decidir sobre qué pueden informar los medios de comunicación y qué es lo que los americanos tienen derecho a escuchar?”.