Saudi Aramco, la petrolera estatal saudí, tropieza en el inicio del año por el abaratamiento del crudo
Aramco ha reducido su beneficio neto un 44%, hasta los 41.484 millones de euros, y también los ingresos en un 30,3%, a 193.413 millones, en 2020, por culpa de la pandemia del coronavirus en la demanda y en los precios del petróleo. Sin embargo, los dividendos no se han recordado: se destinarán 63.093 millones.
La petrolera saudí -el Estado controla el 98%- es la más grande del mundo y, en parte gracias a los dividendos, se ha revalorizado en bolsa un 25,75%, pasando de una cotización de 26,36 riales (5,89 euros al tipo de cambo actual) del 12 de marzo del año pasado a 35,50 riales (7,94 euros). “En uno de los años más difíciles de la historia reciente, Aramco demostró su propuesta de valor única a través de considerable agilidad financiera y operativo”, ha señalado el presidente y CEO de la petrolera, Amin H. Nasser.
Aramco ha logrado cerrar 2020 con una menor reducción del beneficio de la que presentaba en los nueve primeros meses del año (-48,6%) y en algunos trimestres: en el segundo, sus ganancias se han desplomado un 73,4% y en el tercero, han bajado un 44,6%. Por su parte, la cifra de negocios se ha situado en 193.413 millones, superando los 140.886 millones obtenidos entre enero y septiembre. Además, para este año, Aramco ha reducido sustancialmente su previsión de gasto de capital hasta los 29.455 millones, frente a la horquilla de entre 33.655 y 37.862 millones estimada en un principio.