- Se trata de un nuevo dispositivo intrauterino (DIU) cuyo efecto se prolonga durante cinco años.
- La multinacional avala su fiabilidad como "uno de los métodos más eficaces de control de la natalidad".
- Y eso, cuando la compañía no ha despejado aún las dudas por los efectos secundarios de otros anticonceptivos.
- La multinacional tuvo que pagar más de 1.800 millones de dólares para escapar de los pleitos en EEUU.
- Y se sienta en el banquillo en Alemania por los daños ocasionados por sus píldoras, como la trombosis o la embolia.
Lo de la multinacional germana
Bayer es de traca. Enzarzado como está en pleitos legales por los efectos secundarios de sus
anticonceptivos, quiere ahora comercializar en Europa y Estados Unidos otro
sistema intrauterino -lo que se conoce popularmente como
DIU- con más efecto en el tiempo todavía: cinco años. Ha informado de esta solicitud, este viernes, en un
hecho relevante comunicado este viernes a la CNMV.
Bayer ya comercializa, sobre todo en países del Tercer Mundo, dispositivos de este tipo de acción prolongada (tres años) para impedir la fecundación, con los que se está
forrando, por cierto, en su peculiar
cruzada para reducir los nacimientos. Para Bayer los anticonceptivos de acción prolongada son "los métodos más eficaces de control de la natalidad".
¿Cuál es la novedad del nuevo sistema
LSC-16, que se así se llama? Que el efecto, una vez colocado el dispositivo de plástico flexible en forma de T dentro del útero, es mucho más largo en el tiempo. Y eso, de lo que se vanagloria la compañía en su comunicado, es lo que quiere vender ahora en EEUU y la UE.
Esas son las dos principales novedades del nuevo paso estratégico de Bayer: entrar en las zonas geográficas en las que más problemas judiciales ha tenido por sus píldoras anticonceptivas y hacerlo con una
oferta, dice, "más segura y eficaz" para evitar la fecundación.
Sorprendente el empeño de Bayer, en cualquier caso,
una de las empresas más tramposas de Alemania, en su
suculento -y macabro-
negocio abortista. La mitad de su
facturación en 2014 procedió precisamente de su división de Salud, la misma que comercializa anticonceptivos tan cuestionados como el
Yaz o el
Yazmin, abortivos como el
Postinor, o dispositivos intrauterinos como
Mirena.
La cosa no queda ahí, sobre todo si tenemos en cuenta los precedentes, en forma de pleitos, por los problemas que han ocasionado esas píldoras y demás artilugios.
En Estados Unidos, tuvo que pagar más de 1.800 millones de dólares, sólo en 2014, por casi 9.000 demandas judiciales en las que se denunciaba al grupo farmacéutico por los efectos secundarios de sus anticonceptivos orales.
Como hemos informado en otras ocasiones, tolas esas pastillas son anticonceptivas y además potencialmente abortivas, que es lo que Bayer oculta. Esas píldoras provocan un barrido en el cuello del útero para evitar la fecundación. Pero la multinacional escapa como de la pólvora en cualquier debate sobre la inevitable cuestión de las futuras vidas.
En EEUU, además, están cuestionados otros abortivos, como el
Essure, y también dispositivos intrauterinos con fines abortivos como el que pretende comercializar ahora.
El problema le ha llegado también en Alemania, donde ha comenzado, en noviembre de este año, el juicio contra el grupo por los riesgos y reacciones adversas que provocan sus anticonceptivas con hormona drospirenona.
Les recomiendo que visiten de vez en cuando el portal de la
Coalición contra de los peligros de Bayer, una organización que vigila desde 1983 los excesos de la multinacional germana en diferentes ámbitos. Por esa coalición sabemos, mejor que por la multinacional, el lío que se montó en la última junta de accionistas, en mayo, precisamente por sus anticonceptivos.
Bayer se ha sentado en el banquillo, en concreto, por los casos de
trombosis o
embolia que han provocado esos anticonceptivos.
Pero no es el único país europeo donde Bayer tiene problemas. En
Francia, el sistema público de Salud ya no corre con los gastos de las píldoras que contienen drospirenona y el número de trombosis letales en mujeres jóvenes ha caído de manera notable.
En Reino Unido, Holanda, Dinamarca y Noruega, las autoridades sanitarias también se han preocupado por los efectos de las píldoras y ya han difundido advertencias sobre los riesgos crecientes de tomarlas.
Dicho todo lo cual, la nota de Bayer suena todavía más irritante, como quien dice. "Como líder en Salud de la Mujer nos comprometemos a avanzar continuamente nuestra cartera de métodos anticonceptivos innovadores para satisfacer las necesidades de un amplio gama de las mujeres". Son las palabras de
Joerg Moeller, Miembro del Comité Ejecutivo de Bayer HealthCare y Jefe de Desarrollo Global.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com