• Es la mano derecha del presidente para todos los asuntos delicados.
  • Vocal del Consejo, miembro de la Comisión Delegada Permanente y de la Comisión de Retribuciones.
  • Y el que prepara su retirada. Última fecha prevista en 2019, con 75 años.
  • Y Rivero sabe algo de eso: a los 50 años jubiló a todos los directivos molestos de Argentaria… con 52.
  • Y cuando él mismo cumplió los 52 pasó al Consejo de Administración, y tan amigos.
  • José Antonio Fernández Rivero no reporta al Ceo, Carlos Torres Vila.
  • De hecho, el anterior Ceo, Ángel Cano, reportaba a él.
  • La otra clave no del entramado BBVA, sino del entramado FG, es José Maldonado.
  • Conclusión: la retirada de Alierta al parecer no presiona mucho a FG.
  • Y si no, ya están Rivero y Maldonado para arreglarlo.
Decíamos ayer… que la retirada de César Alierta presionaba a su amigo, asimismo nombrado para una empresa privatizada, Francisco González, responsable del BBVA. Pero parece que no. FG ha respondido de dos maneras a la loable iniciativa de su colega. Asegurando, contra lo que dijo un año atrás, que no se retira hasta los 75, es decir en 2019 y potenciando a sus hombres clave: José Antonio Fernández Rivero (en la imagen) y José Maldonado. Los dos, sobre todo el primero, encargado de prepararle su jubilación. O como se dice en este tipo de cargos, que su jubilación no resulte perseguible. Las grandes empresas empiezan a parecerse a la Casa Rosada argentina: nadie quiere irse, no para conservar el poder, sino porque el sucesor, en cuanto se sienta en la silla, se dedica a ponerte pleitos. Dicho de otra forma: Francisco González, presidente del BBVA, tiene dos muletas, dos hombres de los que nunca ha querido prescindir (y mira que ha prescindido de gente de primer nivel). Le ocurre lo que a Schindler, el de la Lista, que sólo precisa de un buen abogado y un buen contable. El abogado es José Maldonado; el contable, con vocación de interventor, es José Antonio Fernández Rivero, que sería su hombre de confianza y su mano derecha si FG tuviera hombre de confianza o mano derecha. Ambos han salido reforzados de la reciente, enésima, remodelación, esta vez de las comisiones del Consejo. Y es que, empezando por el final, César Alierta se ha retirado pero eso no ha metido presión a su amigo FG. Todo lo contrario, el presidente del BBVA ha retrasado, again, su jubilación hasta 2019, cuando cumpla 75 años de edad, justo lo contrario de lo que dijo hace un año. El banco le necesita. Y para ello, lo que no arregle Rivero lo arregla Maldonado, consejero y miembro de la Comisión de Nombramientos. Volvamos a Fernández Rivero. Ahora es vocal del Consejo de Administración, miembro de la Comisión Delgada Permanente y miembro de la Comisión de Retribuciones, ¡qué más se puede pedir! Y ojo, Rivero sólo reporta a FG, no al Ceo, Carlos Torres Vila. Mejor era antes -mejor para Rivero- cuando colocó a Ángel Cano como Ceo y era el Ceo quien reportaba a Rivero. Y de jubilaciones sabe mucho. Rivero, según los hombres de Francisco Luzón, fue el que traicionó a su jefe como presidente de Argentaria, con los famosos resultados del banco correspondientes al tercer trimestre de 1996, unos resultados sorprendentemente malos… en un informe realizado por Rivero y que venía a lanzar el siguiente mensaje: menos mal que ha llegado FG a limpiar la mugre que dejara Luzón. En cualquier caso, a FG le gustó aquel interventor obediente que, encima, tenía las mejores relaciones como Raimundo Poveda y Pedro Pablo Villasante, los hombres clave de aquel momento en la Inspección del Banco de España. Y aún mejor cuando Rivero tuvo la idea, que FG aceptó con entusiasmo (1997), de vender la necesaria prejubilación de todos los ejecutivos (era Luzón, claro) a los 52 años de edad. Casualmente él contaba entonces 50. Desde entonces, FG se hizo con el poder en Argentaria y 'españolizó' el BBV fusionándose con él (luego en el BBV se cargaría a todo Neguri). La fusión se hizo cerrándose en 1999. Pues bien, cuando a Rivero le tocó la edad de la jubilación se marchó de ejecutivo… y volvió como administrador, ya en el Consejo del BBVA… del que ya no se movió. Y él fue quien clausuró la etapa Argentaria y BBV para forjar BBVA, pues no hay nada como unir dos balances para que desparezcan los enjuagues… de ambos balances. Pues bien, a Rivero ahora sólo le queda preparar la jubilación de FG, que algún día llegará. Por ahora, todo el andamiaje jurídico y contable lo mantienen los de siempre: Pepe Maldonado y Pepe Fernández Rivero. Eulogio López eulogio@hispanidad.com