EE.UU. tiene su embajada ante la Santa Sede en Villa Domiziana, un palacio situado en Vía Sallustiana, en Roma
“La embajada de EEUU ante la Santa Sede celebra el Mes del Orgullo con el despliegue de la bandera del Orgullo durante el mes de junio. Los Estados Unidos respetan la dignidad y la igualdad de las personas LGBTQI+. Los derechos LGBTQI+ son derechos humanos”, afirma el tuit oficial de la embajada norteamericana en el Vaticano, lo que se entiende como una provocación directa de Joe Biden al Papa Francisco y a todos los católicos coherentes con su fe.
El presidente norteamericano se ve fuerte frente al Vaticano después de que el presidente de la conferencia episcopal de EE.UU., monseñor Gómez, no haya conseguido ‘excomulgarle’ a pesar de ser el mayor abortero global del planeta.
Por cierto, la plaza vaticana aún está esperando el nombramiento del nuevo embajador, después de que la católica Calista Gingrich abandonara la delegación al finalizar la Presidencia de Donald Trump.
En cualquier caso, con la bandera LGTBI, Biden vulnera la norma más elemental de la diplomacia mundial, que consiste en respetar las normas y costumbres del país en cuestión. Biden ha provocado a la Santa Sede y, además, presume de ello en las redes sociales.
“En virtud de la autoridad que me confieren la Constitución y las leyes de los Estados Unidos, proclamo por la presente el mes de junio de 2021 como el Mes del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero y Queer”, exclamó Biden al finalizar su discurso con motivo del Orgullo, informa Religión en Libertad.
Biden provoca al Vaticano, pero ni se le ocurre hacer algo parecido en las embajadas de EE.UU. en lugares como Arabia Saudita o Abu Dhabi. Allí sólo ondea la bandera norteamericana, y con cuidado.