La eólica y la fotovoltaica son las principales renovables que se quieren impulsar en España, pero no están a salvo de la especulación
La burbuja especulativa de renovables no deja de crecer en España… Fondos de inversión, bancos extranjeros, China y las petroleras quieren sacar una jugosa tajada, pero también algunas empresas propietarias.
Y como el valor del negocio ‘verde’ está al alza, empiezan a surgir salidas a bolsa. Capital Energy, la ganadora de la primera subasta de la ‘era Ribera’, que se llena de directivos de otras energéticas, planea salir a bolsa y podría estar valorada entre 3.000 y 4.000 millones de euros, según Expansión. Sin embargo, parece que no será la primera operación de este tipo: la empresa española de energías renovables Opdenergy planea debutar entre abril y mayo, tiene 350 megavatios (MW) propios en operación y construcción y espera alcanzar una capacidad de 4.500 MW en 2023. Además, hace unos días, Acciona anunció que planeaba sacar a bolsa el 25% de su filial de renovables, mientras Repsol aún no sabe si hará lo mismo con la suya o si decidirá dar entrada a un socio.
Capital Energy tiene una cartera superior a los 35.000 MW eólicos y solares en España y Portugal. De estos más de 7.000 MW ya tienen acceso a la red en nuestro país y también crece en el vecino, aunque a menor escala: cuenta con 2.500 MW en proyectos eólicos y solares, según El Economista. Y precisamente este mismo medio apunta a que China Three Gorges (CTG), principal accionista de la energética lusa EDP, ha logrado cerrar un acuerdo para comprar más de 400 MW eólicos por unos 500 millones en dos paquetes de activos: unos 350 MW que poseen la familia asturiana Masaveu, la belga Colruyt y la empresa independiente de gestión de activos e inversiones Exus Management Partners; y otros 53 MW que los Masaveu compraron a Enerpal.
Los chinos de CTG también se han lanzado a la conquista energética de España: compraron 500 MW fotovoltaicos a X-Elio y han abierto filial en España. Y las petroleras también han salido de compras 'verdes'
Esto supone una nueva muestra de que los chinos de CTG se han lanzado a la conquista energética de España: el pasado agosto, compraron 500 MW fotovoltaicos a X-Elio (controlada al 50% por los fondos KKR y Brookfield desde principios de 2019, cuando se la compraron a los hermanos Riberas), y el pasado diciembre, abrieron una filial en nuestro país, en concreto en Madrid. Además, conviene recordar que a través de EDP compraron el 75% de Viesgo, el cuarto distribuidor de electricidad en España, al fondo de inversión australiano Macquarie, que sólo tardó unos meses en darle el pase (compró en marzo para vender en julio); y que CTG pujó por T-Solar, aunque Cubico, vehículo de inversión en renovables de los fondos canadienses PSP Investment y Ontario Teachers Pension Fund, ganó finalmente la puja: pagará los 1.500 millones de euros que pedía el fondo estadounidense I-Squared por la compañía que controla desde la disolución de Isolux Corsán.
Sin embargo, no sólo los fondos de inversión y los chinos han puesto sus ojos en las renovables españolas, también los bancos extranjeros que hasta ahora no tenían una actividad destacada en nuestro país. Entre ellos estarían el estadounidense Cantor Fiztgerald, los alemanes North LB y BayernLB, el canadiense Canadian Imperial Bank of Commerce (CIBC), el anglo-sudafricano Investec o el austríaco Kommunalkredit Austria, según Cinco Días.
Tampoco se puede olvidar el interés por las renovables que se ha despertado entre las petroleras. Repsol apuesta por este negocio como parte de su transición al objetivo de ser cero emisiones, pero también la británica BP, que ya tiene una cartera de 2.250 MW solares en España (gracias, entre otras cosas, a comprar 1.000 MW a RIC Energy y 845 MW a Iberia Solar); la francesa Total ya tiene una cartera de 5.000 MW en desarrollos renovables en nuestro país (3.300 de su alianza con Ignis, y otros 2.000 junto a Powertis y Solarbay Renewable Energy); o la italiana ENI, que desarrollará tres proyectos solares con X-Elio.