El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha asegurado que entre los trámites de oficio (100.000) y las solicitudes expresas (800.000) son 900.000 los españoles que quieren cobrar el Ingreso Mínimo Vital (IMV), la medida económica estrella del Gobierno Sánchez.

Y vamos para tres meses. Según el gran demagogo, Pablo Iglesias, la renta básica se iba a empezar a cobrar en junio, ¿o era a partir de junio?

Pues bien, la decisión ya se tomó hace tres meses y hasta el momento las cifra son estas: de 900.000 expedientes, el Gobierno ha logrado estudiar 100.000 y de ellos, ha concedido 85.000. A ver, 85.000 sobre 900.000, supone el 9,4%.

Pues menos mal que la medida era urgente porque estábamos hablando de personas en pobreza severa. Como no tengan otro medios de subsistencia se habrán muerto de hambre.

Ojo, el IMV es malo en sí mismo, porque no exige contraprestación al beneficiario. Pero que se cumpla lo prometido sin burlarse de los impecunes

Hasta aquí la chapuza burocrática de Pablo Iglesias. A él no le importa porque ya se llevó en su día el aplauso de los necios. Y todo lo anterior no quiere decir que aplauda el IMV. Nunca lo hemos hecho en Hispanidad y no pensamos hacerlo ahora. Al pobre no le des limosna porque le estás privando de dignidad, dale un trabajo. La subvención, sólo para el que no puede trabajar o está jubilado.

El que no trabaje que no coma. Lo otro es alimentar vagos. El IMV, que se otorgue a cambio de algo y con límite temporal

Y si por causa mayor le tienes que dar limosna, exígele algo a cambio y pon límite temporal a la prebenda.

Lo justo es lo de San Pablo: el que no trabaje que no coma. Lo otro es alimentar vagos.