Lufthansa e IAG no tienen la misma situación económica
Parece que la vicepresidenta tercera y ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño, tiene razón: no todas las aerolíneas tienen la misma situación económica. De hecho, el grupo aéreo Lufthansa consume 800 millones de euros de caja al mes, mientras el holding International Airlines Group (IAG) sólo gasta 200.
El mes pasado, en distintas ocasiones, Calviño señaló que “la solvencia económica de algunas aerolíneas ya estaba muy debilitada antes” de que llegase la crisis del coronavirus y que “la situación financiera de las compañías no es comparable”. La notable diferencia en la sangría de liquidez mensual es sólo una muestra.
Ábalos mostró su apoyo decidido a la revisión de las reglas de propiedad y control de las aerolíneas europeas... porque sino muchas se verán abocadas a la desaparición. ¡Ojo, con esto!
En el primer trimestre, el grupo aéreo alemán ha tenido unas pérdidas de 2.100 millones, casi seis veces más que hace un año (-342 millones); mientras que el holding que agrupa a British Airways, Iberia, Aer Lingus, Vueling y Level ha registrado unos números rojos de 1.683 millones (frente a los 70 millones de beneficio del primer trimestre de 2019). Un periodo que cerraron con diferencias bastante notables en liquidez: 4.300 millones frente a 10.000 millones. Eso sí, Lufthansa logró una mayor cifra de ingresos, aunque con mayor caída (6.400 millones, un 18% menos) en comparación con IAG (4.585 millones, un 13,4% menos), y una menor deuda (6.400 millones frente a 7.508).
Aunque la demanda en el transporte de pasajeros tardará años en recuperarse, la competencia será en circunstancias algo distintas: Alemania ha dado dinero a su aerolínea y ha entrado en su capital (ahora es dueña del 20%), Reino Unido y España no. Hace un mes, Calviño dijo que abogaban “por una solución europea” para que se mantenga una entorno de competencia justa. Por su parte, el pasado jueves, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, mostró su apoyo decidido a la revisión de las reglas de propiedad y control de las aerolíneas europeas, en una videoconferencia con sus homólogos europeos: “Creemos firmemente que, de lo contrario, muchas compañías europeas se van a ver abocadas a la desaparición, y con ellas se perderán miles de empleos de calidad en Europa”. Ojo, con esto, porque hasta ahora si más del 50% del capital de la aerolínea estaba domiciliado en un Estado miembro, esta podía volar entre aeropuertos de la Unión Europea.