Isabel Celaá se cargó la libertad educativa y ahora el TC lo avala. Qué democracia tan chula tenemos en España
Que Isabel Celáa sigue promocionando la cultura del mínimo esfuerzo -podríamos decir, directamente, de la vagancia- entre los alumnos, no es noticia. La ministra de Educación continúa 'erre que erre' con sus argumentos de que no se debe traumatizar a los alumnos con éxamenes y pruebas continúas, porque, además, durante la pandemia se han esforzado y han estudiado ya que tenían miedo. Lo que no sabemos es exactamente de qué: ¿del Covid? ¿de los exámenes? ¿de la ley Celáa?
Y va más allá la señora Celáa y se autofelicita de que las leyes educativas que han "prosperado" han sido impulsadas por gobiernos socialistas. A lo que las redes sociales le responden:
Celaá ha indicado que la Lomloe -que ha "costado" aprobarla porque ha sido "atacada con bulos", por ejemplo que pretende asfixiar a la concertada- es un "proyecto transformador" y "profundamente anclado en valores socialistas" que "se nutre de los sistemas pedagógicamente más avanzados -como decíamos anteriormente, premiar la cultura del mínimo esfuerzo- y que persigue el desarrollo de todos los talentos".