La sede de Cepsa en Madrid y el presidente de la compañía, el abudabí Musabbeh Al Kaabi
Cepsa entra en caída libre, mientras su principal accionista, Mubadala -un fondo soberano de Abu Dabi- vacía la compañía. Esta es la principal conclusión a la vista de los resultados de los nueve primeros meses, que han aparecido a mediodía de este extraño viernes de cierre de campaña electoral y en vísperas del 10-N… quizás para pasar desapercibidos.
Y es que las cifras no son buenas. El beneficio neto ha caído en picado (-42%), hasta los 380 millones de euros. Eso sí, mientras, la filial española se ha permitido el lujo de regalar lo obtenido de la venta del 42,09% que tenía en Medgaz como “dividendo en especie” a la matriz abudabí: el gasoducto directo entre España y Argelia es ahora propiedad de Naturgy (49%) y Sonatrach (51%), tras aumentar sus participaciones, una transacción en la que se valoró el 100% de Medgaz en 1.300 millones de euros (1.900 millones si se incluye la deuda). Por tanto, el 42,09% que tenía Cepsa supuso 547,17 millones para Mubadala. Una práctica de vaciamiento que no pilla por sorpresa en España, donde basta mirar cómo la italiana Enel lleva años exprimiendo a Endesa, y a la que en Cepsa hay que sumar el troceo que viene a hacer el nuevo accionista (el fondo Carlyle), que posee el 37%.
El beneficio neto de Cepsa ha caído por los bajos márgenes de refino y la caída de los márgenes de algunos productos petroquímicos en el tercer trimestre, así como los menores precios del crudo (-10%), principalmente. En concreto, por negocios, el que mejor resultado ha obtenido -y el único que lo ha aumentado- ha sido el de marketing, que ha sido de 162 millones (+30%) gracias al buen comportamiento de la red de estaciones de servicio (1.810 gasolineras en total) y del negocio de bioenergía, además de los mayores volúmenes de venta y márgenes en el negocio de asfaltos. Le siguen los negocios de exploración y producción, con 119 millones (-38%); refino, con 101 millones (-38%) y petroquímica, con 70 millones (-7%). Por su parte, el Ebitda ajustado ha sido de 1.551 millones (+26%) pese al efecto de la NIIF 16 (107 millones), destacando los aumentos en exploración y producción (+60%, hasta los 712 millones, por el desarrollo de dos campos abudabíes -SARB y Umm Lulu-), marketing (342 millones, un 47% más) y refino (186 millones, un 6% más).