La ministra de Transición Ecológica en funciones se reunirá con los trabajadores de As Pontes y Carboneras el miércoles
Endesa enfrenta nuevas protestas en apenas unas semanas: tras las de sus trabajadores jubilados, ahora llega una marcha de cientos de vehículos a La Coruña contra el cierre de la planta de As Pontes. Entre ellos, habrá 150 camiones y tractores, a los que se sumarán otros particulares, y prevén que pueda haber más de 400.
Detrás de esta central térmica hay “700 familias” en la comarca de Ferrolterra, como recordó hace unos días el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Con la marcha de vehículos, exigen una transición energética justa y subrayan que en la central de As Pontes había un compromiso de inversión de 217 millones de euros para adaptarla a las exigencias medioambientales de la Unión Europea y prolongar su funcionamiento una década más, concretamente hasta 2030.
En As Pontes había un compromiso de inversión de 217 millones para adaptarla a las nuevas exigencias medioambientales y que funcionara hasta 2030
Claro que como bien saben, Endesa -o más bien, su dueña, la italiana ENEL- pasa del tema. De hecho, aprovechó que el pasado viernes era la Huelga mundial por el Clima, para anunciar el cierre de dos de las más importantes térmicas de carbón que tiene en España: As Pontes (A Coruña) y Carboneras (Almería).
Este martes, los sindicatos (UGT, CCOO y Sindicato Independiente de la Energía) han mostrado su rechazo a la decisión unilateral de Endesa de promover la discontinuidad de la producción “aprovechando la situación de inestabilidad política actual, máxime cuando las dos centrales habían sido incluidas en el plan de inversiones necesarias para su adecuación a las exigencias de la normativa europea para la reducción de emisiones”. UGT ha señalado que exigirá al Gobierno “contundencia” con la dirección de la empresa para que mantenga las dos centrales en funcionamiento dado que la inversión para adecuar estas instalaciones está prácticamente realizada y deberían mantenerse como energía de respaldo para garantizar el suministro peninsular. Asimismo, los sindicatos critican que no haya un proyecto de futuro definido para la reindustrialización de las comarcas afectadas: “no se puede apagar el interruptor térmico sin un proyecto que amortigüe el impacto social y económico que se puedan producir en dichos ámbitos”.
Los sindicatos rechazan la decisión de Endesa aprovechando la inestabilidad política actual
Y todo esto se produce en vísperas de la reunión con la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, que tendrá lugar el próximo miércoles 2 en Madrid: ¿Les dirá Ribera a los trabajdores llamados a quedarse en el paro que el carbón destruye el planeta y que le planeta es lo primero?