Ya lo habíamos advertido en Hispanidad: el Instituto Carlos III resucita muertos, de tal manera que sus cifras se parecen cada vez más a las publicadas por el Ministerio de Sanidad, de Salvador Illa. Este lunes, Fernando Simón ha confirmado el hallazgo: los muertos por coronavirus en España son hoy 1.918 menos de los que pensábamos ayer, esto es, son 26.834 en lugar de los 28.752 con los que nos fuimos a dormir el domingo. Aunque los cálculos de Hispanidad, con cifras de las CCAA y del Instituto Carlos III, elevan la cifra de fallecidos hasta por encima de los 45.000 (y esto el 15 de mayo).

¿Qué ha pasado? Que ha cambiado el sistema de medición. Ahora, según el doctor Simón, es mucho más preciso y nos muestra mucho mejor la evolución y la situación de la pandemia en tiempo real. El secreto, por si todavía no se habían enterado, está en la fecha de notificación de casos, que no hay que confundir con la fecha de diagnóstico ni con la de ingreso en el hospital, si es que hubo ingreso.

Un ejemplo: ayer se notificaron 345 nuevos casos en España, de los que 124 fueron diagnosticados en los últimos 7 días, de los que, a su vez, 15 iniciaron síntomas en los últimos 7 días. ¿Comprenden?

Antes, de los 345 casos notificados sólo sabíamos que empezaron síntomas hace mucho tiempo y se podía dar el caso, incluso, de que algunos ya habían superado la infección.

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Vale, bien, pero, ¿dónde han ido a parar esos 1.918 muertos desaparecidos? Según Simón, la discrepancia puede deberse a duplicidades y a que se han contabilizado como fallecidos casos que, aunque presentaron todos los síntomas, no fueron confirmados con PCR, algo que, por cierto, contradice la orden que dio Sanidad hace semanas y que obligaba a contar somo víctima de Covid-19 sólo casos confirmadísimos. ¿Por qué no se ha obedecido a Sanidad? Simón calla.

Más preguntas sin responder: ¿qué ha ocurrido con los miles de fallecidos nuevos que han notificado algunas Comunidades? Ni idea. También se han revisado los muertos en residencias de ancianos. Siempre a la baja, naturalmente. Simón es genial.

Una última perla: si la manifestación feminista del 8-M tuvo alguna incidencia en la epidemia, fue escasa y simbólica. Y para justificarlo, el doctor rescata un argumento científico incontestable: las aglomeraciones que se producen a diario en el Metro de Madrid son mucho más peligrosas. ¡Y olé!

Por supuesto, a él no le afecta lo más mínimo el hecho de que un juzgado madrileño le esté investigando por posible negligencia con resultado de muerte​, por coronavirus, junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa.