Rodríguez Pina, presidente de Deutsche Bank España, y Juan Carlos Escotet, de Abanca.
La venta de Deutsche Bank en Portugal a Abanca (Banesco) tiene un suspense, el precio, que el banco germano no ha desvelado, y los pasos que pueden seguir a esa operación; o sea España. No obstante Deutsche Bank España, consultado por Hispanidad, insiste en que no está en venta.
El comunicado desde Alemania aporta entre poco y menos. Se limita a señalar que la transacción está en línea con los planes de adelgazamiento del Ceo, John Cryan -en horas bajas, dicho sea de paso, por la ruptura con el presidente Paul Achleitner-, y que espera las aprobaciones regulatorias. Si todo sale como espera, cerraría la operación en el primer semestre de 2019.
Desde España, la entidad que preside Antonio Rodríguez Pina (en la imagen, arriba), insiste en que el compromiso es total, aunque está claro que la venta de Portugal se realiza por el interés de un comprador, en este caso Abanca, empeñada en salir de su zona natural, el noroeste español, desde Galicia.
Deutsche Bank no ha desvelado el precio por las oficinas y clientes de Portugal, pero Juan Carlos Escotet compra barato o no compra
Otra cosa es cómo compra el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet (en la imagen), a bajo precio o nada. Ahora suma el negocio de Deutsche en el país vecino, con una red de 41 sucursales.
Ese es el interés, precisamente, que no encontró en España, no tanto en su fuerte, la barca de inversión, como en las oficinas (banca comercial). Fue el propio Cryan quien confirmó, en octubre al presentar los resultados, que renunciaba a vender Deutsche España.
El cuaderno de venta no despertó ningún entusiasmo, sobre todo porque su modelo de negocio no encajaba en bancos patrios como el BBVA, que entró en liza, pero pedían demasiado. También interesó a otros como Santander o Caixabank -por una parte de las sucursales- e incluso sonó Abanca, pero todos se borraron de la lista de candidatos.
Es lo mismo, recurriendo al refrán, que contesto la zorra: las uvas están verdes.