En Alemania aún no tienen claro qué hacer con la filial española del banco
Deutsche Bank ganó 113 millones de euros en 2020, su primer beneficio desde 2014. De hecho, el año anterior (2019) fue uno de los peores de la década, con pérdidas de 5.700 millones de euros. Con este antecedente, los analistas preveían que en 2020 los números rojos fueran inevitables y alcanzaran unos 300 millones.
Por eso, los 113 millones de beneficio saben a gloria. Ahora bien, para lograrlos, el CEO de la entidad, Christian Sewing, que llegó en 2018, ha convertido a Deutsche Bank en un banco de inversión más, que poco o nada aporta a la sociedad, pero que tiene muy contentos a los especuladores.
Los números los ha publicado la entidad este jueves: la apuesta por la banca de inversión ha reportado unos ingresos de 9.280 millones de euros, un 32% más que en 2019. Incluso le ha beneficiado la gran volatilidad de los mercados durante el primer año del Covid. “Hemos construido unas bases firmes para una rentabilidad sostenible”, ha señalado Sewing. Pero son bases especulativas, que poco o nada aportan a la economía doméstica.
Mientras, seguimos sin saber el futuro de Deutsche Bank España.