Sedes de la energética portuguesa EDP y de la francesa Total
EDP ha acelerado su desinversión en España, pues ha anunciado que ha vendido a Total una parte de sus clientes de electricidad (unos 1,6 millones -1,2 millones del negocio comercial de B2C en nuestro país y la participación del 50% en CHC Energía, la comercializadora que tenía con Cide-) por 515 millones de euros. Así, la petrolera francesa ha entrado en el negocio minorista eléctrico español, convirtiéndose en la cuarta compañía, y la competencia lo ha aplaudido en bolsa: Repsol (+6,61%), Iberdrola (+5,43%), Naturgy (+3,36%) y Endesa (+2,41%).
La energética portuguesa también ha vendido a Total sus dos grupos de ciclo combinado situados en Castejón (Navarra), con 843 megavatios de potencia. Así, EDP prosigue la rotación de activos, recogida en el plan estratégico 2019-2022, para reducir deuda (al cierre del primer trimestre se ha situado en 12.713 millones): en apenas un año ya ha cumplido el 65% del objetivo fijado. Además, la energética que controlan los chinos (en concreto, la empresa China Three Gorges -CTG-, dueña del 21,47%) quiere vender sus centrales hidráulicas de Portugal, que están valoradas en unos 2.000 millones.
EDP prosigue la rotación de activos, recogida en su plan estratégico: también quiere vender las centrales hidráulicas de Portugal
Eso sí, no hay que olvidar que EDP seguirá generando más del 95% de su Ebitda en nuestro país, donde está la sede de su joya de la corona (EDP Renovables), y mantiene el negocio eléctrico de grandes clientes, redes y productos dowstream. Y los chinos, por ahora, están tranquilos y más tras el fracaso de su OPA el año pasado: muchos países europeos han puesto en marcha mecanismos de control para proteger a sus empresas no estratégicas de inversores no comunitarios ante la pandemia del coronavirus y cuando esta acabe, se podrían retomar los mecanismos proteccionistas europeos que se habían empezado a plantear hace unos meses.
Paralelamente, Total ha subido un 7,4% en la bolsa parisina, tras los movimientos conocidos este lunes, siguiendo los pasos de Repsol en lo que a transición ecológica se refiere y en la apuesta por la electrificación, aunque algunos años más tarde: a la entrada en el negocio eléctrico, se suma la instalación de 2.000 megavatios (MW) de energía fotovoltaica en nuestro país y tiene el objetivo de llegar a 2.800 MW ‘verdes’ en 2023. Por su parte, la petrolera que preside Antonio Brufau compró la comercializadora de Viesgo en noviembre de 2018 y el pasado diciembre, superó el millón de clientes en electricidad, una cifra que sigue aumentando por lo que mantiene su objetivo de llegar a 2,5 millones de clientes en 2025 y también el de alcanzar una capacidad renovable de 7.500 MW (ya tiene 2.952 MW instalados y otros 2.045 MW en desarrollo -entre ellos, varios proyectos eólicos y solares en nuestro país-).