Elecciones 4 de mayo: Votaré a Vox porque es el único partido cristiano. El voto católico sí existe
Si no aparece Podemos no hubiera parecido Vox, porque fue la unidad de España y el guerracivilismo del 15-M lo que inició la andadura y el despuntar deSantiago Abascal, de la misma forma que el separatismo, principalmente el catalán, es el animador de Ciudadanos.
Pero la consolidación de Vox como tercera fuerza política se debe al centro-reformismo del PP, a su abandono de los principios cristianos, ya con Aznar, más con Rajoy y ahora con Casado. Por eso Vox, de una vez, tiene que lanzarse, sin ambages, a defender esos principios cristianos, los explicitados, para sorpresa de algunos, en la carta firmada por los ocho arzobispos de Madrid, de la que dimos cuenta en Hispanidad: vida, familia, libertad de enseñanza, bien común… y el añadido de la libertad religiosa.
Ni la patria es Dios ni la democracia es Dios. Son dos cuestiones dignas de ser tenidas muy en cuenta… y nada más
Insisto, la fe cristiana está en baja en España pero los principios cristianos que han avalado su historia, no. Muchos españoles ya no confían en Cristo -allá ellos- pero sí en los principios cristianos. Ontológicamente hablando es una sinsentido, lo sé, pero políticamente, hay muchos que valoran las virtudes cristianas aunque no crean -allá ellos- en el credo cristiano.
Por tanto, el voto católico sí que existe. Es más la resistencia innata que tantos españoles sienten, no ya hacia las soflamas de Pablo Iglesias o a hacia la chulería mentirosa de Pedro Sánchez, sino a la apocada actitud de Pablo Casado en valores fundamentales, se debe a esas virtudes cristianas que permanecen en el cuerpo social español mucho más allá de la pérdida de la fe y de la insumisión a la autoridad de su Cuerpo Místico, es decir, de la Iglesia.
Sí, el voto católico existe, ya lo creo que existe. Y el 4-M nos jugamos mucho, ya lo que creo que sí.
El otro fenómeno venenoso es la deificación de la democracia. La democracia tan sólo es el peor del sistemas posibles una vez desechados todos los demás
El otro fenómeno venenoso ante la jornada electoral del martes es la deificación de la democracia. Cuando la bronca en la Ser (¡Qué vergüenza la de la cadena radiofónica y qué vergüenza de la periodista Angels Barceló), una Mónica García, descompuesta, ladraba a Rocío Monasterio que era, ella misma, Monasterio, una “aberración de la democracia”, doña Mónica no hacía otra cosa que convertir la democracia parlamentaria en un ídolo al que adorar. Estaba elevándola a la categoría de Dios. Pues mire, no: la democracia tan sólo es el peor de los sistemas posibles una vez desechados todos los demás. Ni la patria es Dios ni la democracia es Dios. Y por cierto: si hay alguien que no debe hablar de democracia es un comunista.
Más nos vale que Vox triunfe en Madrid, porque si el frentepopulismo PSOE-Podemos controla la capital… entonces sí que vamos hacia otro enfrentamiento violento entre las dos Españas… en todo el país.
Más nos vale que Vox triunfe en Madrid, porque si el frentepopulismo PSOE-Podemos controla la capital… entonces sí que vamos hacia otro enfrentamiento violento entre las dos Españas
Así que servidor, en las Elecciones del 4 de mayo: Votaré a Vox porque es el único partido cristiano. Y aún así…
Aun así, me gustaría que los líderes de Vox se tomaran más en serio sus principios cristianos. Por una razón muy simple: nadie da lo que no tiene. El patriotismo es, sin duda, una virtud cristiana. Pero ojo, no es la única ni la más importante.
Más: el logro más nefasto de la progresía española es conseguir que lo católico sea ultra. A partir de ahí se ha expulsado, no al cristianismo, sino al cristiano, de la vida pública.
Así que votaré a Vox.