José Bogas, Consejero Delegado de Endesa y su expresidente Borja Prado
Los italianos de ENEL han tocado techo (o suelo, según se mire). Mantienen el 70% de Endesa pero han vaciado la compañía y se han llevado dividendos generosísimos.
El plan era seguir vendiendo en bolsa, pero, vaciada de sus activos más valiosos, el recorrido bursátil es breve y pequeño. Es más, hoy en día, ENEL sostiene la cotización de Endesa.
Y luego está el premio gordo: ofrecérselo a los chinos de Tres Gargantas
El ejecutor de la venta de Endesa es su expresidente, Borja Prado, a fin de cuentas intermediario financiero, quien pensó en un conjunto de fondos que compraran conjuntamente la segunda eléctrica española. Ahora bien, el problema es el mismo: los fondos no saben de energía pero sí de la bolsa, y no están dispuestos a adquirir un valor que consideran artificialmente alto, que no tiene recorrido y que, encima, se empequeñece día a día y que atendiendo a los fundamentales no presenta un futuro esplendoroso. Recuerden que, además, Endesa es una carbonera, algo que no se lleva mucho últimamente. Es más: a Greta no le gustan.
Por eso, ha surgido la idea de Tres Gargantas. El gigante chino de la electricidad está loco por entrar en Europa. Quería hacerlo por Portugal, con EDP, pero en Bruselas se le enfrentaron, aunque no mucho. Esa batalla aún no ha concluido.
Pero también podría ser Endesa y en ese caso los chinos no estarían comprando activos: estarían comprando cuota de mercado en Europa.
José Bogas cumple 65 años en 2020. Ahora está cómodo pero sería un buen momento para marcharse
Y el intermediario es Borja pero los italianos están muy interesados en mantener al español José Bogas como primer ejecutivo. Es el único que se conoce la compañía. Eso sí, Bogas no se entendió nunca con Borja Prado y además, en 2020 cumple 65 años. No es que sea ‘muy mayor’, de acuerdo, y es español y conoce la compañía. Así que, en cualquier caso, a lo mejor no se jubila ni en 2020 ni en 2021. En plata: que Bogas no está por la venta, Prado sí, que tiene que cobrar su comisión.
¿El Gobierno español puede oponerse a la entrada del gigante chino en Europa por España? Poder sí que puede, pero no tiene fuerza para hacerlo… ni querrá tenerla.