España está quebrada: el coronavirus y el confinamiento nos han llevado a la ruina
Lo primero que debe hacer el médico frente a la enfermedad es no engañarse en el diagnóstico. Si el diagnóstico no es acertado, la terapia tampoco lo será. El diagnóstico de la economía española tras el coronavirus es que España está quebrada: el coronavirus y el confinamiento del dúo Sánchez-Iglesias nos han llevado a la ruina,
Y ojo, porque hasta podría ser una crisis de penuria, algo que no ha conocido ningún español vivo.
Todos seremos más pobres que hasta ahora: esto no es un crisis de oferta, sino de demanda
Llevamos casi cuatro generaciones cuyo problema económico principal ha consistido en la sobreabundancia de oferta, y que los precios, consiguientemente, no se derrumbaran ante el exceso de artículos para vender. Pero ahora viene una crisis de demanda. Ejemplo, el Gobierno se está ensañando con los restaurantes y exigiéndoles no se sabe cuántas condiciones para la reapertura.
Pero, ¿no se dan cuenta en Moncloa de que el problema es que nadie acudirá a los restaurantes porque, independientemente del miedo al contagio, no tendrán dinero para pagar la factura?
Todos seremos más pobres que hasta ahora y tendremos que acostumbrarnos a vivir con menos.
Ante la crisis de demanda lo prioritario es crear empleo, aunque sea con la famosa oferta keynesiana. Que yo no recomendaría durante los últimos 60 años, pero hoy sí: la mitad de los obreros a cavar hoyos y la otra mitad a llevarnos ???. Es sólo una imagen: se trata de crear empresas públicas o con inversión pública que puedan ser rentables.
No necesitamos subvenciones, necesitamos empresas públicas y sí: reducir el Estado del Bienestar
Y el Gobierno propone justo lo contrario. No entiende que la primera lección del coronavirus es que no necesitamos subvenciones, necesitamos empresas públicas… y sí: necesitamos derruir el Estado del Bienestar.
Primero por justicia: el que no trabaje que no coma.
En segundo lugar, porque, dado que el Gobierno se va a endeudar, y va a endeudarnos por un par de generaciones, lo mejor es dedicar ese dinero, no a subvenciones improductivas (por ejemplo, el Ingreso Mínimo Vital, IMV) sino a crear empresas públicas o a financiar infraestructuras públicas. Sí, porque asombra ver al nuevo socialismo, no digo el comunismo de Pablo Iglesias sino a la ‘moderada’ Nadia Calviño, hablar de que nadie debe quedarse atrás (eso son los marines, señora) y de que hay que aumentar el Estado del Bienestar y no crear ‘inis’.
Pues mire usted, señora Calviño: es el momento de crear ‘INIS’. Es el momento de crear empresas públicas porque el español honrado no quiere limosnas, quiere ganarse el pan con el sudor de su frente.
El autónomo o asalariado al que ustedes, ministros, con su estúpido confinamiento duro, han dejado en el paro anhela el trabajo en una empresa pública. Trabajo, salario, no subvención pública que nada produce pero que produce, eso sí, estómagos agradecidos que votarán a quien les paga por no hacer nada. Y si no me votas a mí se te acabará la subvención.
Si, el Estado es un pésimo gestor empresarial y a lo mejor hay que acudir al proteccionismo comercial. Pues se acude… y las empresas públicas ya las privatizaremos.
La alternativa planteada por Moncloa, salir de la crisis mediante el ingreso mínimo vital (IMV) a cambio de nada, constituye un alimenta-vagos que corroe a la sociedad y que sólo se les ocurre a dos tipos de personas: a un comunista y al que asó la manteca.
El español honrado no quiere limosnas, quiere ganarse el pan con el sudor de su frente
Es un buen momento para empezar a destruir esa losa que es el Estado del Bienestar. No se trata de anular las pensiones pero sí de retrasar la edad de jubilación.
La Sanidad es fundamental pero sin apellido, pública o privada. Lo que tiene que hacer el médico es sanarte, independientemente de para quién trabaje. La enseñanza, el tercer gasto social, debería ser cheque escolar, es decir, que la carísima enseñanza pública pase a un segundo lugar.
Pero, sobre todo, para salir del coronavirus no podemos esperar a la inversión privada, porque sin demanda no hay inversión privada ni expectativas. Lo que hay que hacer es crear empresa pública y obra publica. Se lo dice un liberal (liberal en Economía que no en filosofía).
Y todo esto supone… justo lo contrario de lo que apunta el Gobierno Sánchez para salir de la crisis del coronavirus… y del confinamiento.