Hacia el arresto domiciliario global
Contemplen el anuncio del diario irlandés. La tesis es la siguiente: la esperanza de vida en Irlanda está en los 81 años. La edad media de los muertos de Covid fue de 83 años. El 94% de esos muertos por coronavirus entre los celtas sufrían patologías previas, ergo no está clara la causa de su muerte. Sólo hubo 20 muertos menores de 44 años por coronavirus, cuatro veces más murieron por accidente de coche. Vistos estos datos, asegura el anuncio, la solución no puede ser recluir en casa a toda la población y arruinarnos, sino en no encerrar a nadie y dedicar los esfuerzos a proteger a los ancianos.
Seguimos en la tendencia de evitar al virus mediante encierros inútiles y liberticidas, que provocan ruina económica, en lugar de vencerlo, con tratamientos e inmunización
A ello pueden unir el detalle aportado ayer por el inefable Fernando Simón sobre España: la edad media de fallecidos por Covid en España ha pasado, desde la primavera al otoño, de 83 a 86 años de edad. Lo decía poco antes de que la presidenta navarra, María Chivite, otra inefable, confinara "perimetralmente" toda la comunidad foral por 15 días.
Esto del confinamiento perimetral es cosa de mucha risa. Por ejemplo, confinar el municipio de Madrid, que nadie pueda entrar o salir de la capital, significa que 3,5 millones de personas se relacionan entre sí sin ninguna traba, con lo que se supone se están contagiando unos a otos con gran entusiasmo, todos hacinados, como se vive en un gran capital. Seguimos en la tendencia de evitar al virus con encierros liberticidas y ruina económica, en lugar de vencerlo, con tratamientos y vacunas.
Y con inminuzación. La sospecha general es que todos nos hemos contagiado y nuestro cuerpo, nuestro sistema inmunulógico está reaccionando.
En resumen, el miedo incapacita para pensar, así que lo que se está buscando, el obejtivo final, consiste en recuperar el confinamiento hogareño, es decir, el arresto domiciliario, es decir, el Estado Policial decretado en marzo en Italia y España, sólo que ampliado a toda la Europa cristiana y a todo el orbe occidental. Una táctica verdaderamente diabólica.
Personajes como Tedros Adhanom, Fernando Simón o María Chivite no contribuyen a curar el coronavirus pero eso sí, saben cómo encarcelarnos y arruinarnos a todos
¿Por que´no lo hacen cunado ya la campaña de aumento de contagios se ha convetido en el mantra de unos medios, sobre todo la TV aboslutamente neuróticos por su pánico a morir de coronavirus? Pues porque, com reconocía uno de los miembros de ese poder, el experto científico doctor Fenrnado Simón, "estamos cansados". Sí, "la gente está cansada... y no sería fácil implementar estas medidas... que a lo mejor hay que tomar". O sea, que la gente empieza a rebelarse ante el liberticidio que pretende la clase dirigente que corre como gallinas mojadas, incapaces de hacer frente al virus pero obligando a la gente a encerrarse en una burbuja, a deshumanizarse.
Y de postre, que sobre esto sí hay certeza, arruinar la economía.
Ese mismo poder, esos mismos políticos, ni apoyan a los investigadores a encontrar terapias (no hablo de vacunas, hablo, primero, de terapias) ni hacen caso a la experiencia médica. Los médicos españoles por ejemplo, han conseguido salvar muchas vidas (esta vez sí, salvar vidas) con tratamientos improvisados que la OMS, que no salva a nadie, se empeña en rebajar en importancia. Personajes como Tedros Adhanom, Fernando Simón o María Chivite no contribuyen a curar el coronavirus pero eso sí, saben cómo encarcelarnos y arruinarnos a todos.
Simón clarividente: la población está cansada”. Sí, por tu confinamiento: “Estamos cansados”, por lo que “imponer medidas más duras es difícil”. Claro.
83-86. La edad media de fallecidos ha subido respecto a marzo.