José Sevilla promete dividendos generosos en Londres mientras Nadia Calviño pone condiciones a la fusión BBVA-Bankia
El Gobierno en funciones ve con buenos ojos la fusión BBVA-Bankia, aunque con condiciones. Efectivamente, a Nadia Calviño le seduce la idea de privatizar Bankia vía fusión, siempre y cuando la ecuación de canje no resulte excesivamente gravosa para las arcas públicas. Es decir, fusión con BBVA sí, siempre y cuando no dispare el déficit público del Estado. En otras palabras: antes de la fusión hay que mejorar la cotización de la entidad.
Estamos hablando de una capitalización de Bankia de 5.169 millones (cierre de este jueves), frente a los 31.302 millones del BBVA. No parece un canje muy positivo para las intenciones de Calviño. Hasta hoy, Bankia solo ha devuelto 3.083 millones de euros de los 22.424 millones que recibió, sin contar la Sareb, y no está en disposición de agrandar el agujero.
Mientras, José Sevilla ‘vende’ las bondades de Bankia en la conferencia anual de CEOs organizada por Bank of America Merrill Lynch este jueves, en Londres. Idea fuerza: a pesar de lo complicado que está resultando este ejercicio para todo el sector financiero, Bankia mantiene su objetivo de generar 2.500 millones de euros de capital hasta 2020, tal y como contempla su Plan Estratégico 2018-2020. Es más, el CEO de Bankia ha asegurado que el banco ya tiene 700 millones preparados para repartir dividendos. Toda una declaración de intenciones cuyo objetivo es allanar el camino de cara a la privatización de Bankia. Se trata de poner punto final al rescate bancario.
Hasta hoy, Bankia solo ha devuelto 3.083 millones de euros de los 22.424 millones que recibió, sin contar la Sareb
Nadie se opone a la unión BBVA-Bankia. Ni el BCE, ni el Banco de España, ni, como hemos visto, el Gobierno. Incluso Andoni Ortuzar (PNV) apoya la moción, si eso significa ‘recuperar’ el BBVA con Goirigolzarri al frente. El único escollo se llama Carlos Torres, que no está dispuesto a ceder el bastón de mando.
Y mientras Sevilla está en Londres y Calviño pone condiciones, el BBVA negocia cederle el control de la Operación Chamartín a la socimi Merlin Properties, cuyo mayor accionista es el Santander, con el 22,2% del capital. Curioso. La noticia ha servido para mejorar la cotización de Merlin pero no la de BBVA.
En resumen: la fusión BBVA-Bankia sigue sobre la mesa. Sí, cada día más. Ahora bien, hay voluntad de políticos y reguladores pero sigue siendo una fusión financieramente difícil, muy difícil.