Ignacio Sánchez Galán llegó a Iberdrola en 2001 como vicepresidente y CEO, y en 2006 ascendió a presidente ejecutivo
Parece que a Ignacio S. Galán, presidente de Iberdrola, no le asusta el ‘caso Villarejo’. El principal motivo es que no ha afectado ni un ápice a la reputación corporativa de la eléctrica, que como saben es uno de los aspectos más valorados hoy día en las empresas. Además, ha pasado al ataque: ha presentado una nueva querella contra su exdirectivo José Antonio del Olmo.
El ‘caso Villarejo’ salpicó a Iberdrola el pasado octubre, cuando empezaron a salir informaciones en Moncloa.com y en El Confidencial, que tuvieron eco en otros muchos medios de comunicación (entre ellos, Hispanidad). Semanas después, a finales de dicho mes, el juez Manuel García-Castellón decidió abrir una pieza separada. Casi un mes más tarde, a finales de noviembre, el magistrado decidió imputar al responsable de Seguridad de la eléctrica, Antonio Asenjo, y este martes, el propio Del Olmo declara como testigo en la Audiencia Nacional.
El tema 'Villarejo-Iberdrola' empezó muy fuerte, pero tres meses y medio después, se ha desinflado
Todo esto refleja que el tema ‘Villarejo-Iberdrola’ empezó muy fuerte, pero se ha ido desinflando. Además, hay diferencias notables con la pieza separada que atañe al BBVA, donde no sólo está imputado el banco como persona jurídica, también su expresidente, Francisco González (más conocido como FG).
La eléctrica cotiza en torno a los 9,45 euros, muy cerca del máximo que tuvo el pasado 30 de septiembre (9,54). A esto se une el hecho de que Asenjo y Galán ya han vuelto a ser amigos (hubo ciertas discrepancias, porque el primero no quería comerse el marrón) y además, como la mejor defensa es un buen ataque, Iberdrola se ha lanzado contra Del Olmo: el pasado 19 de diciembre se querelló contra él por injurias y calumnias, y ahora anuncia otra por falsedad.