José Ramón García Hernández, un no-quemado para suceder a Rajoy.
Curiosa intervención la de José Ramón García Hernández, diputado del Partido Popular, 46 años, diplomático, responsable de Internacional del PP, ante la Junta Directiva del partido, el pasado lunes 11. Empecemos por el final: pidió a sus compañeros del PP no abandonar a los católicos y volver al humanismo cristiano.
Su tesis: o volvemos a nuestros principios o estaremos en la marginalidad
Que es una forma elegante de acusar a su partido… de abandonar a los católicos y de renegar del humanismo cristiano. Es que, como su mismo nombre indica, renegar del humanismo cristiano es renegar de Cristo, por lo de cristiano, y del hombre, por lo de humanista.
Así, el Marianismo, creo que quería decir García Hernández, ha despreciado a los católicos pensando que no pueden votar más que al PP y, sobre todo, el PP ha incurrido en la marginalidad. Sí, marginal, en cuanto se ha vaciado de sus principios y ha permitido que el centro político lo ocupe la ideología de género, que de centrista no tiene nada y de ultra-radical mucho. Simplemente, la gente se ha acostumbrado a ver cómo normal la radical ideología de género y el feminismo en su versión más ultra: la de ahora mismo.
Porque ahora, el centro político está en la ideología de género, de suyo ultraradical
José Ramón García Hernández podría ser el único candidato cristiano a la Presidencia del Partido Popular porque el reconcomio interior de no haber sido leal a los principios del PP, que son principios cristianos, aún permanece en muchos de sus miembros. No digo remordimientos, me quedo en reconcomio.
Y un último aviso de García Hernández: los ataques al PP no terminarán con Mariano Rajoy. Más vale olvidarse de la candidatura única y hacer una renovación en serio, con alguien no quemado, con alguien que no proceda de la anterior etapa… de la actual etapa.
Los principios de Soraya eran verdes y se los comió un burro
Por cierto, no está claro que Feijóo haya ganado. A pesar de las reticencias de Cospedal, la más adelantada en la carrera es la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Es decir, más de lo mismo. Los principios de Soraya eran verdes y se los comió un burro. Los de Feijóo se los comió una burra.