Luis de Guindos y Pablo Hernández de Cos
Los tipos de interés negativos no favorecen a la banca, por mucho que se empeñen en afirmar lo contrario Luis de Guindos y Pablo Hernández de Cos. Basta con comparar la valoración de las entidades en Europa y Japón con la que tienen, por ejemplo, en Estados Unidos. La diferencia es abismal a favor de las norteamericanas, naturalmente.
Los datos: en octubre de 2008, los tipos de interés del BCE se situaban en el 4,25%, momento en el que el índice bursátil Euro Stoxx, de la banca europea, marcó una revalorización superior al 300% desde 1995. Ese año 2008, las valoraciones bursátiles de la banca europea y norteamericana caminaban casi al unísono. De hecho, la crisis financiera golpeó tanto a la una como a la otra, aunque fue la FED estadounidense la que reaccionó con más agilidad y rebajó más rápidamente los tipos: en diciembre de 2008 ya estaban en el cero por ciento, mientras el BCE los mantenía en el 1%.
La igualdad en las cotizaciones se mantuvo hasta que en verano de 2012, Mario Draghi decidió bajar los tipos hasta el 0,75%. Fue el principio del desastre para el sector en Europa. Mientras, en EEUU, la FED mantuvo en el 0% hasta diciembre de 2015, cuando comenzó la escalada de tipos que llevó al sector a lo más alto de la tabla: en diciembre de 2018, el KBW Bank Index marcó uno de sus máximos históricos, con una revalorización superior al 320% desde los mínimos de 2009. Los tipos estaban en el 2,25%.
Todo lo contrario que el Euro Stoxx, que desde la caída de 2009 no ha logrado remontar el vuelo. Lógico: desde marzo de 2016, los tipos de interés están en el 0%. Y así llegamos a la actualidad: el índice Euro Stoxx marca un -12% frente al +329% de la banca norteamericana. Y eso a pesar de que la FED comenzó a bajar los tipos en septiembre de 2019, del 2,25% al 2%. Enero ha comenzado con los tipos en el 1,50%.
A la vista de esto, cabe preguntarse cómo es posible que el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, y el gobernador del Banco de España (BdE), Pablo Hernández de Cos, lleven más de medio año intentando explicar lo inexplicable, esto es, que los tipos de interés negativos favorecen a la banca. Según el vicepresidente del BCE y el gobernador del Banco de España, el dinero barato favorece el crecimiento económico y eso es bueno para el sector financiero.
De la banca japonesa, mejor ni hablamos. El Tokyo Stock Exchange, que mide la cotización del sector en aquel país, se ha revalorizado un -81% en los últimos 25 años. Lógico: salvo el año 2000 y entre 2006 y 2010, que llegaron hasta el 0,50%, el Banco Central de Japón mantiene los tipos en el 0% desde el año 1999. Peor aún, desde comienzos de 2016, están en el -0,10%.
Los tipos de interés bajos no perjudican a la banca. ¡Qué va!