Ignacio Sánchez Galán llegó a Iberdrola en 2001 como vicepresidente y CEO, y en 2006 ascendió a presidente ejecutivo
Este lunes, Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, ha cometido su primer error desde que saltara el caso que investiga los contratos de la compañía con el excomisario José Manuel Villarejo. En una entrevista en la COPE, ha subrayado que “la cúpula de Iberdrola no se dedica a espiar a nadie”, o sea, ha negado el espionaje, tal y como hizo en su día el expresidente de BBVA, Francisco González (FG).
Pero recuerden que la semana pasada, dicho banco rectificó: el director de los Servicios Jurídicos de BBVA España, Adolfo Fraguas, reconoció ante el juez Manuel García-Castellón que habían contratado a Villarejo y que no se había hecho nada ilegal. Ahora Galán también ha querido destacar que desde que han empezado a salir noticias, sus “sistemas de gobierno y compliance se pusieron en marcha y no se ha encontrado nada que no se adapte a la ley, y se ha hecho con medios internos y externos”.
Galán no dice ni una palabra sobre la imputación de Asenjo, jefe de Seguridad de Iberdrola, aunque el tema le preocupa
Y por si esto no fuera suficiente, el presidente de Iberdrola ha remarcado que quieren “la máxima transparencia y así lo hemos pedido en nuestra personación”, y que no se impida lo que consideren los medios de comunicación. “Es bueno que todos conozcamos lo que ha sucedido y actuemos en consecuencia”, ha añadido, sin olvidarse de destacar que “estamos colaborando con la justicia”. Eso sí, no ha habido ni una palabra sobre la imputación de Antonio Asenjo, jefe de Seguridad de la eléctrica, aunque le preocupe… (este último no está dispuesto a comerse el marrón). Y es que tan sólo ha hablado del ‘caso Villarejo’ en dos minutos de los 15 que ha durado la entrevista: le interesaba más presumir de verde y de patrocinador de la COP25 (con categoría ‘Diamante’, como Endesa y otras compañías, lo que supone aportar 2 millones de euros).
Galán respondía de esta forma a la última información publicada por El Confidencial, donde se refiere un informe interno que le acusa de ordenar espionajes y usar facturas falsas. Y lo hace con datos concretos sobre dicho método de facturación. Mientras, Moncloa.com guarda silencio tras la imputación de su director, Alejandro Suárez, y del responsable de relaciones institucionales de dicho medio, Ricardo Ducazcal.