El IEE, asociación que preside Íñigo Fernández de Mesa, considera que España no debe subir los impuestos
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha confirmado que los españoles pagamos más impuestos, no menos, que los europeos y que subirlos en el contexto actual frenaría las posibilidades de recuperación. Todo ello, en vísperas de que el Consejo de Ministros apruebe el proyecto de Presupuestos para 2021, y concrete, los impuestos que subirá.
La asociación privada de empresarios sin ánimo de lucro y sin fines políticos que preside Íñigo Fernández de Mesa ha presentado el informe elaborado por la Tax Foundation de EEUU sobre el Índice de Competitividad Fiscal. En concreto, España ha caído al puesto 27, desde el 23 que ocupaba el año pasado, de un total de 36 países analizados.
El IEE ha advertido que la carga fiscal de los ciudadanos y las empresas de nuestro país es excesiva y más distorsionante que la que resulta del simple análisis de la ratio de presión fiscal. De hecho, esta en relación al PIB ha subido un 6,5%, cuando la mayoría de los países está bajando impuestos. Asimismo, el esfuerzo fiscal es un 6,6% superior a la media de la Unión Europea y el diseño de nuestro sistema fiscal es un 10% peor que la media europea.
El nivel de economía sumergida es elevado en nuestro país: del 22% frente al 13% de la UE. Es clave reducirlo para aumentar la recaudación
En el caso de la presión fiscal que soportan las empresas españolas, se sitúa en el 14,2% del PIB, frente al 11,1% de promedio europeo. Y es que las empresas de nuestro país aportan el 31,9% del total de la recaudación, mientras que la media en el viejo continente es del 24,6%. Asimismo, en progresividad del impuesto sobre la renta, España tiene una de las más elevadas y es un 17% superior al promedio.
El IEE ha advertido sobre el elevado nivel de economía sumergida en nuestro país: del 22% frente al 13% de la UE, según datos del FMI. Y considera que es clave reducirlo para aumentar la recaudación y no intentar esto último con subidas de impuestos. Y mucho menos ahora en plena crisis del coronavirus, porque sería especialmente contraproducente.