Jordi Sevilla y la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera
Jordi Sevilla, el hombre fuerte económico del PSOE, acapara bastante protagonismo mediático estos días. Y es que el hecho de dimitir como presidente de Red Eléctrica no es baladí, pues pone en solfa la política energética del Gobierno.
Ahora, parece que se han invertido las tornas. Recuerden que Sevilla, en su época como ministro de Administraciones Públicas en el primer Gobierno Zapatero, metió la pata en 2005 cuando refirió que sobraban 25.000 funcionarios y les ofreció prejubilaciones. Esto le acabó costando el cargo, pues en julio de 2007 le sustituyó Elena Salgado… y también provocó que no fuera elegido vicepresidente económico. Sin embargo, en estos momentos parece que ha sido Teresa Ribera quien ha cometido un gran error: ha interferido en una empresa de la que el Estado sólo posee un 20% y que es clave en la integración de las renovables en el sistema eléctrico.
Sevilla habla de “meses intensos en los debates con la CNMC sobre la nueva regulación que afectará a la retribución de su actividad”, que sufrirá un recorte, pero menor del planteado al inicio
En la carta que Sevilla ha dado al resto de consejeros (ver documento adjunto), explica que dimite por “restricciones externas sobrevenidas”, o sea, por la injerencia de la antes ministra, y ahora, vicepresidenta de Transición Ecológica. El socialista también alude a “discrepancias en el ámbito regulatorio que podrían afectar a la buena marcha de la compañía, a sus planes de futuro y a mi gestión como presidente”. Y es que no se ha olvidado de los “meses intensos en los debates con la CNMC sobre la nueva regulación que afectará a la retribución de su actividad como transportista y operador del sistema eléctrico” (si bien, es cierto que sufrirá un menor recorte del planteado en un primer momento).
Sevilla no ha perdido la ocasión de remarcar que en el último año y medio (periodo que coincide con su mandato), “hemos impulsado de manera decisiva la Transición Energética”. En concreto, han colaborado con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) con un récord histórico de integración de instalaciones de energía renovable en el sistema eléctrico, “al incorporar más de 6.500 MW fotovoltaicos y eólicos en 2019”. Eso sí, no lo menciona, pero se sobreentiende que está aludiendo al coste de dicha integración y que con menor retribución… podría afectar a Red Eléctrica, además Sevilla es partidario de que ese coste se repercuta en la factura de la luz, pero a Ribera eso no hace demasiada gracia. Y es que la ‘vice’ está empeñada en que haya más y más renovables (incluso podría recuperar las famosas primas, culpables del déficit de tarifa que seguimos pagando, cargándose la reforma Soria), pero el gran problema no es instalar un montón de placas solares y molinillos, sino engancharlos a la red eléctrica… y eso cuesta ¡dinero!
Recuerda que Red Eléctrica ha logrado un récord histórico de integración de instalaciones de energía renovable en el sistema eléctrico... pero eso hay que pagarlo... entre todos
El socialista ha mencionado “el desgaste” que ha supuesto “la defensa de los intereses de la compañía” y por ello, cree que es hora de dar el relevo para impulsar “la nueva etapa”. La gran incógnita ahora es saber qué harán los fondos, dueños del 70% de Red Eléctrica (el 66% son extranjeros y el 4%, españoles), entre ellos están: Lazard Asset Management (5,189%), BlackRock (3,04%) y Fidelity International (1,991%). El resto del accionariado lo componen la SEPI (20%) y los minoritarios (10%).
Este miércoles, Red Eléctrica ha respondido al requerimiento de la CNMV, señalando que la “renuncia irrevocable” de Sevilla se deriva de motivos personales relacionados con su visión y opinión sobre el marco regulatorio, que ha concretado en restricciones externas y discrepancias. En su Twitter, el socialista sigue haciéndose eco de noticias de la compañía que presidía hasta hace poco, pero también ha afirmado que ahora tendrá más tiempo libre para leer el libro 1931: deuda, crisis y surgimiento de Hitler, del historiador suizo Tobias Straumann.