Finalmente, la Junta de Accionistas no ha sido un trámite difícil para Galán: ha salido por la puerta grande, como si fuera un torero
Finalmente, la Junta de Accionistas de Iberdrola no ha sido tan difícil como se esperaba para Ignacio Galán, sino más bien todo lo contrario. El presidente de la eléctrica ha salido por la puerta grande del bilbaíno Palacio Euskalduna y además, está dispuesto a quedarse diez años más al frente de la compañía.
Galán afirma que los planes de sucesión están definidos a todos los niveles, incluido el del presidente
Galán ha logrado un respaldo superior al 98% en todos los acuerdos (agrupados en cuatro bloques) por parte del quorum (74,12% del capital social):
- Grupo 1 (cuentas anuales y gestión social): 99,2%.
- Grupo 2 (Sistema de gobierno corporativo): 99,9%.
- Grupo 3 (retribuciones): 98,3%.
- Grupo 4 (Consejo de Administración): 98,2%. Este incluía la reelección de Galán como consejero ejecutivo, y por tanto, como presidente y CEO, por otros cuatro años (hasta 2023).
Se ve como un roble viejo con energía y subraya que ya hay muchos retoños en la eléctrica
Eso sí, Galán está dispuesto a quedarse diez años más en la eléctrica, incluso, en un tono más humilde de lo que en él es habitual, se ha permitido bromear con el tema de la sucesión. Se ha sentido halagado al ser considerado un roble, “el árbol sagrado de los vascos”, pero cree que “este roble viejo va a tener que sacar energía para poder seguir dando lo mejor de sí mismo”. Así, ha pedido tranquilidad a los accionistas, subrayando que el grupo tiene planes de sucesión definidos a todos los niveles, “incluido por supuesto el presidente” y ya “tenemos muchos retoños en esta casa, y el Consejo y el Comité de nombramientos lo saben”.
Y por cierto, en la Junta se ha podido ver un logo algo distinto (de color verde y blanco) por cuestiones de decoración y diseño, pero no hay ningún cambio corporativo a la vista. Quizás se buscaba destacar aún más la gran apuesta verde de la eléctrica y de Galán, que pasó de considerar la energía solar como "producto financiero" a sustituto de la central nuclear de Almaraz. Ahí es nada.
En definitiva, Galán ha salido por la puerta grande en su Junta más complicada. Eso sí, a partir de ahora, y aunque se sienta con fuerzas para seguir otros 10 años, lo cierto es que Galán deberá empezar a delegar poder y/o empezar a pensar en su sucesión. Un camino hacia el futuro presidente de Iberdrola, que a lo mejor se apellida Smith.