La Junta de Accionistas de OHL se ha constituido con un quórum del 50,50%. Por los pelos.
La Junta de Accionistas de OHL ha comenzado con 58 accionistas presentes -muy pocos- y con el 50,50% de quórum entre presentes y representados. Una entrada muy pobre si, además, tenemos en cuenta que Grupo Villar Mir controla el 40% de la constructora. Pocos y cabreados.
El sentir de los presentes se puede resumir en dos frases de dos minoritarios. La primera, de Emilia Rubio: “Me siento engañada”, le ha dicho a Juan Villar Mir de Fuentes en referencia a lo que decía su padre cuando aseguraba que las obras se hacían sin recurso al accionista. La otra sentencia es José Antonio del Barrio: “Esta es la gran realidad del Grupo OHL, que somos una mierda”, ha afirmado después de realizar un resumen de los últimos años de la compañía. Por cierto, en el turno de respuestas, Villar Mir le ha afeado su lenguaje: “No hace falta utilizar ese lenguaje”, le ha espetado.
Juan Osuna abandona la compañía después de cobrar 18 millones de euros en concepto de bonus por la venta de Concesiones
Antes de continuar, la noticia de la Junta: Juan Osuna abandona la compañía después de cobrar 18 millones de euros en concepto de bonus por la venta de Concesiones. No se queda en el grupo, como estaba previsto inicialmente. ¿Su destino, será IFM, el fondo que compró Concesiones? No ha querido desvelarlo: “Lo que haga con mi vida personal no voy a decirlo aquí”, ha respondido a un accionista.
Asunto candente: en dos años OHL ha tenido hasta cuatro consejeros delegados y, lo más protestado, cada uno de ellos se ha marchado con los bolsillos llenos. Así lo ha resumido el accionista Laureano Lázaro: Piqué se fue con 2,5 millones de euros después de 30 meses. Javier García Madrid, con 6,2 millones -aunque se ha publicado que fueron 9,5 millones- tras 16 meses en el cargo, y Juan Osuna, después de ocho meses, se marcha con 18 millones de euros por la venta de Concesiones, esto es, “por hacer su trabajo”, según Lázaro. El cuarto CEO será el que fiche el grupo, que ya se ha puesto manos a la obra.
Ante la situación, Villar Mir se ha saltado el protocolo y ha permitido hablar a los accionistas fuera de su turno de intervenciones
Pocos y cabreados. No sólo por los millones que han cobrado los ex CEOs -según Villar Mir no son indemnizaciones, sino “pactos puntuales”- sino por cómo se ha llegado a esta situación. “¿En qué momento se jodió OHL?”, ha preguntado Lázaro, y ha recordado la respuesta que le dio Juan Miguel Villar Mir cuando le planteó esta misma cuestión en la Junta Extraordinaria del mes de enero: “Me respondió que OHL no estaba jodida”. Luego ha recordado la cotización de los últimos años: a finales de 2014 estaba en el entorno de los 19,20 euros (en abril alcanzo los 34,49 euros), en enero de 2018 cotizaba a 5,21 euros y este lunes las acciones cerraron a 2,85 euros. “¿Tengo motivos para preguntar?”, ha insistido.
Ante este panorama, lejos de esconderse o de evitar la confrontación, Villar Mir ha tomado la opción más valiente: se ha saltado el protocolo y ha permitido hablar a los accionistas fuera de su turno de intervenciones, mientras él respondía a las cuestiones que le habían planteado. En definitiva, se ha iniciado un diálogo nunca visto en las juntas de accionistas.