Decíamos ayer que la chapuza de la alemana Elke König, directora del organismo de supervisión-liquidación europeo, la JUR, puede acabar en una nulidad radical de la venta del Popular al Santander por 1 euro y, de paso, poner en solfa toda la Unión Bancaria Europea, cuyo desafío más relevante consiste, precisamente, en asegurar la solvencia del sistema bancario y en dar con una fórmula justa de resolución de bancos en crisis… que no dañe al contribuyente.

En opinión de este diario digital, la fórmula alternativa es muy simple: dejar quebrar a los bancos quebrados. Sistema Lehman Brothers. En cualquier caso, siempre hemos defendido que la intervención del Popular no fue sino un ensayo con fuego real para futuras liquidaciones de bancos: un ensayo que ha resultado, de principio a fin, una colosal chapuza.

Ahora bien si la venta del Popular al Santander por un euro tiene su origen en Francfort, no es menos cierto que no hubiera sido posible sin la 'connivencia' de gente de aquí, que no de allí.

Veamos: los peritos del Banco de España llamados para realizar un informe para el juzgado que entiende de la intervención del aseguran que al Popular le tumbó una campaña mediática e incluso casi dicen que el equipo de Emilio Saracho colaboró con ella o, al menos, no hizo nada por evitarlo.

Cuando Ron abandona el Popular el banco valía 4.000 millones de euros. Tras seis meses con Saracho desciende hasta los 1.300 millones

Lo cierto es que el propio Saracho, presidente del Popular durante el medio año previo a la intervención, presumía de ser la fuente de 'El Confidencial', que, día sí día también, colocaba bombas mediáticas en el prestigio del edificio Beatriz. Incluso citaba nombres de periodistas ‘amigos’.

Pero es que además, la consejera Reyes Calderón, aliada del mexicano Antonio del Valle, el hombre que quería derrocar a Ángel Ron y que fuera acusado ante la CNMV de actuar contra la cotización del propio banco. Pues bien, la consejera Calderón contrató al bufete de abogados Alemany. Escalona y Fuentes. El segundo de la nómina, José Antonio Escalona, es el secretario del Consejo de 'El Confidencial', para buscar una “salida” al Popular. En definitiva, para buscar a un presidente.

Al mismo tiempo, Antonio del Valle se convierte en el gran amigo de uno de los mayores muñidores empresariales del país: Borja Prado conoce a Antonio del Valle en casa de Helena Reboredo, la dueña de Prosegur y consejera del Popular. Borja Prado, el hombre que quiso ser presidente de Telefónica, presidente de Repsol, acoge ahora la causa de Antonio del valle -el hombre- y utiliza el medio en el que es más influyente, 'Expansión', para lanzar una campaña contra Ángel Ron y el Popular.

Hombre, no se vayan a creer que Borja Prado se mete en este fregado sólo porque Antonio del Valle le caiga bien. Se metió porque presidía Mediobanca y Del Valle le promete que Mediobanca gestionaría la ampliación con la que podría hacerse con el control del Popular, previsiblemente para luego traspasarlo. Fuentes próximas a aquella operación cifran en 60 millones de euros la Comisión que podría haberse llevado Mediobanca.

Y luego está el apartado mediático: como aseguran los propios peritos del Banco de España, una entidadb bancaria no puede aguantar el ataque combinado, y permanente, del primer diario económico vegetal y del primer confidencial digital.

Ahora bien, no se olviden de Borja Prado, el hombre que, como presidente de Endesa, llevó a la eléctrica a Luis de Guindos. Porque resulta que cuando Antonio del Valle busca sustituto para Ángel Ron, a quien odiaba cordialmente porque suponía una barrera para todas su andanzas, es el propio ministro de Economía, Luis de Guindos quien propone el nombre del banquero de inversión Emilio Saracho. Ahora sabemos que Saracho llegó, no para sanear, sino para traspasar.     

Y así llegamos al episodio de la falta de liquidez, presunta causa de la intervención chapuzas de Elke König y presunta causa de la venta de un banco que, según los peritos del Banco de España, valía 11.000 millones de euros.

Interesada crisis de liquidez que coincidió con la retirada de los depósitos públicos por orden del ministro de Economía

De entrada, que en el siglo XXI se desmorone un banco solvente por problema de liquidez resulta un poco llamativo, La liquidez de los bancos ya no depende de los depositantes, sino de los bancos centrales.

Pues bien, resulta que a ese banco que había que intervenir con nocturnidad y alevosía la madrugada del 7 de junio de 2017, el mismísimo Banco Central Europeo (o el Banco de España, previa probación del BCE) le acababa de conceder una línea de liquidez de 9.500 millones de euros, del actual había liberado ya 3.500 millones de euros con activos del Popular.
Pues bien, ese mismo día, el titular de Economía del Reino de España, Luis de Guindos, ordena retirar del Popular.

El mismo día que Luis de Guindos retiraba los depósitos en el Popular de las entidades públicas por valor de 5.000 millones de euros. El titular de Economía del Reino de España apoyando la campaña de descrédito europea -e interna, del propio Antonio del Valle- tras un banco del reino de España. Sin comentarios.

Algún colega alude a que es historia no se comprende cuando el Banco Popular es ‘el banco del Opus’… y Luis de Guindos es miembro del Opus Dei. Pues bien, eso es, como le ocurría a Antonio del Valle, no conocer ni el Banco Popular ni al Opus Dei… ni a Luis de Guindos. Si algo temía Guindos es, precisamente, que le acusan de proteger al Popular por ser miembro de la Prelatura. A los miembros del Opus Dei se les exige que no salven al hermano en peligro en el mundo civil pero, aunque el Popular no era el banco de la Prelatura, eso es una simplificación, tampoco les exige destruirlos de forma injusta… para salvar la propia imagen.

Conclusión: la chapuza del Elke König al vender el Popular por un euro al Santander, en la noche del 6 al 7 de junio de 2017 entra ahora en su momento crítico. El tribunal de Luxemburgo pude tardar pero lo lógico es que otorgue la nulidad. Naturalmente, la unión bancaria europea es un desastre que probablemente exija volver a empezar.

Y en tercer lugar, habrá que analizar pormenorizadamente el papel de los medios en la unión bancaria y el de Luis de Guindos en el caso de Popular.

Porque si algo tengo claro es que la chapucera e interesada intervención del Popular hubiera resultado impensable en un banco italianos, francés, alemán, holandés… Ni son tan tontos ni son tan cainitas como los españoles.