Las profanaciones anticristianas van en aumento en España y en toda Europa, pero ningún líder político español protesta por ello.
Un ejemplo de ello es la reciente violación del espacio de la catedral deAlcalá de Henares por parte de miembros y colectivos LGTBi que convocaron una concentración y una 'besada' frente a las puertas de la catedral, en rechazo a los cursos del Centro de Orientación Familiar (COF) del obispado de Alcalá de Henares, que ayudan a dejar la homosexualidad a aquellas personas que libremente lo han elegido.
Telemadrid se puso en contacto con el Obispado de Alcalá de Henares, que denunció la incomodidad que sufrieron "los fieles que estaban rezando y los que iban a participar en la misa de la tarde; son hechos graves". "Lamentamos el clima generado y la manipulación de la opinión pública", añadió el obispado. ¿Comprenden? Ambas cosas: los hechos y la manipulación de los hechos. Y la manipulación primera es con el silencio.
¿Se imaginan que se hubiera tratado de una mezquita en lugar de un templo católico?
Pero este es solo un ejemplo que se añade a la oleada de profanaciones de iglesias y sagrarios en toda Europa. Curiosamente, nadie ha sido condenado por delito de odio a la religión.
Y, curiosamente, ningún líder político español protesta por ello. Ni de izquierdas, ni de derechas. Los primeros, porque les gustan las profanaciones, los segundos porque también les gustan... o por cobardía.