Las aerolíneas tardarán tiempo en levantar el vuelo que tenían antes del estallido del Covid-19
El caos en las aerolíneas por las turbulencias del coronavirus no para. Este jueves, se ha conocido que Air France planea un recorte de hasta 10.000 empleos y Level Europe, filial austriaca de corto radio low cost que pertenece al holding IAG, se ha declarado en quiebra.
En concreto, la aerolínea francesa, que acaba de recibir ayuda estatal, prevé recortar su plantilla entre un 10% y un 15%, lo que afectará a entre 8.000 y 10.000 empleados. El ministro de Finanzas galo, Bruno Le Maire, ha señalado que es inevitable el ajuste de empleo, pero ha pedido “que no haya salidas forzadas”, en una entrevista en la emisora France Inter.
A pesar de tener una flota minúscula (seis aviones), Level Europe no ha podido hacer frente al fuerte desplome del tráfico aéreo
Por su parte, Level Europe (antes denominada Anisec Luftfahrt) empezó a operar vuelos el 17 de julio de 2018, uniendo los aeropuertos de Barcelona, Palma de Mallorca y Bilbao con sus bases de Viena y Amsterdam, pero a pesar de tener una flota minúscula (seis aviones), no ha podido hacer frente al fuerte desplome del tráfico aéreo. No hay que confundir esta aerolínea con otra low cost de largo radio de IAG que también se llama Level y que, por ahora, continuará con su actividad -ahora reducida, como la de tantas otras-.
Ahora se van reanudando vuelos a medida que se alivian las restricciones de movilidad, pero no son buenos tiempos: Lufthansa recortará 22.000 empleos; British Airways -también dentro de IAG-, 12.000; y Ryanair, 3.000; y Latam Airlines ha cesado las operaciones de su filial argentina, por ejemplo. Asimismo, es muy probable que haya más ajustes y reestructuraciones, pues como advirtió recientemente Luis Gallego, presidente de Iberia (también perteneciente a IAG), las aerolíneas saldrán de “la peor crisis de la historia de la aviación” más pequeñas y endeudadas. Y no hay que olvidar que se tardará años en recuperar la demanda precrisis y que este año, las aerolíneas perderán unos 75.000 millones de euros de ingresos, casi el triple que en la anterior crisis económica, según las previsiones de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). Un escenario ante al que el gestor aeroportuario español, AENA, intenta reducir el impacto negativo: ha anunciado rebaja de las tasas de aterrizaje a las aerolíneas.