A O'Leary no le ha quedado otro remedio que llegar a un acuerdo para poner fin al largo conflicto
Parece que a Ryanair le crecen los enanos, pues tras las huelgas de pilotos y tripulantes de cabina (TCP), entre ellas, la mayor de su historia, ahora afronta diversas demandas judiciales y además, podría vivir un nuevo paro el próximo septiembre. Y es que pilotos, TCP, sindicatos y pasajeros no están dispuestos a que el CEO de la low cost irlandesa, Michael O’Leary, se siga saliendo con la suya.
El periplo judicial empezó por parte del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla): acudió a la Audiencia Nacional a finales de julio para exigir que Ryanair regularice sus contratos en España y que se ajusten a la legislación laboral y fiscal de nuestro país. Ya saben que a la low cost le gusta mucho ganar dinero en todos los países en los que opera, pero no acatar sus legislaciones…
Los sindicatos de pilotos y tripulantes de cabina acuden ante la Audiencia Nacional
Ahora, el sindicato independiente de tripulantes de cabina (Sitcpla) y la Unión Sindical Obrera (USO) están preparando otra demanda ante la Audiencia Nacional, que podrían presentar antes de que acabe el mes. Denunciarán las maniobras de la aerolínea para sabotear la huelga de los pasados 25 y 26 de julio, entre ellas: la reclamación masiva de personal que estuviera de guardia o las presiones para que el personal informase si iba a secundar o no el paro, incluyendo la advertencia del dinero que iban a perder.
A todo esto se suma la demanda colectiva por parte de la plataforma ciudadana En-Colectivo, que tiene el asesoramiento del bufete Cremades & Calvo y Sotelo. Además, el portal alemán de derechos de los pasajeros Flightright ha denunciado a Ryanair ante el Tribunal Regional de Fráncfort por negarse a pagar compensaciones a los afectados por los vuelos cancelados debido a la huelga de pilotos alemanes el pasado 6 de agosto.
También está la demanda colectiva de la plataforma En-Colectivo y otra denuncia del portal alemán Flightright que defiende los derechos de los pasajeros
Claro que la low cost no parece amilanarse y sigue en su línea de ataque: como informa El Mundo, ha enviado una carta a su personal acusando a algunos TCP españoles de incumplir los servicios mínimos y anunciando sanciones económicas y disciplinarias. Parece que se ve avalada por el hecho de que sigue siendo la principal aerolínea de bajo coste en nuestro país: en julio, los visitantes internacionales que llegaron en low cost ascendieron a 5,479 millones y de estos, el 17,7% volaron con Ryanair, según ABC. Pero ojo, porque podría verse afectada por una nueva huelga en septiembre, ya que sindicatos de pilotos y TCP se reunirán en Roma el día 7 para ver cómo pueden pedir con más fuerza sus reclamaciones laborales.