Juan Roig cumplirá 71 años en octubre y, aunque sigue en plena forma, ya tiene todo previsto para que la sucesión en Mercadona no pille a nadie por sorpresa. Es más, la persona que lo sustituirá ya lo sabe, aunque tendrá que esperar unos años. “Espero aguantar hasta 2049, cuando tenemos que comprobar lo que vengo diciendo sobre la evolución del servicio ‘Listo para comer’, ha afirmado entre bromas este martes, durante la presentación de resultados anuales de la compañía, en Valencia.

¿Qué modelo le gusta más para la sucesión, el de El Corte Inglés o el de Inditex?, le ha preguntado Hispanidad. “El modelo que más me gusta es el de Mercadona”, ha respondido entre risas. Luego ha ahondado un poco más. “El que me sustituya tendrá que mandar tanto como yo”, es decir, será una “dirección fuerte”.

El problema al que se enfrenta Roig es que dos de sus cuatro hijas -Juana y Carolina-, además de propietarias son directivas de la empresa. ¿Quién podría asumir el mando absoluto de la compañía y dar órdenes, incluso, a dos directivas-propietarias? El asunto no es sencillo. Por cierto, la benjamina de la familia, Juana, responsable de la venta online, ha estado presente en la rueda de prensa y ha mostrado una gran complicidad con su padre, aunque no ha estado sentada con el resto del equipo directivo y tampoco ha salido por la misma puerta que su padre al finalizar la presentación.

El año 2019 ha sido bueno para Mercadona, con una facturación de 25.500 millones de euros (+5%) y un beneficio neto de 623 millones (+5%), de los que 130 millones fueron destinados a pagar dividendo y los 493 millones restantes a recursos propios. Mercadona no tiene deuda -“antes la muerte”, ha dicho Roig-, ni tendrá deuda, al menos con la Presidencia actual. Lo mismo repetía Isidoro Álvarez sobre El Corte Inglés.

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El objetivo para 2020 es alcanzar un beneficio neto de 700 millones de euros, un 12% más.

Asunto coronavirus. Roig no ha querido responder a ninguna pregunta sobre el asunto y se ha limitado a una declaración institucional al final del acto. Los mensajes: no hay que dejarse llevar por el miedo. Mercadona garantiza el abastecimiento, aunque sí es cierto que el lunes por la tarde, en Madrid y Vitoria se dieron episodios de “compra compulsiva”. En Madrid se ha repetido este miércoles por la mañana. Según Roig, ya hemos vivido otras situaciones parecidas y siempre hemos vuelto a la normalidad. ¿Cuándo? No lo sabemos, pero será “más pronto que tarde”, según el empresario. En definitiva, hay que racionalizar el miedo, que es, precisamente, un sentimiento irracional por naturaleza.

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La situación del campo preocupa a Roig, que cree, no obstante, que cada uno tiene que asumir su responsabilidad. Mercadona la suya, los agricultores y ganaderos la suya y el Gobierno la suya también. Precisamente, a Roig no le gustaron las acusaciones de Pedro Sánchez a las grandes cadenas de distribución -Mercadona cerró 2019 con el 26,9% de cuota de mercado-: “Lo más fácil es decir que la responsabilidad es del otro”, ha afirmado.

La venta online sigue siendo una asignatura pendiente: en Valencia y Barcelona, los dos únicos lugares donde se ha implantado el sistema de ‘colmenas’ -naves logísticas destinadas únicamente a la venta online- la facturación fue de 46 millones de euros después de una inversión que ronda los 247 millones de euros. En total, las ventas online supusieron el 1% de las ventas totales del grupo. Juana Roig tiene trabajo por delante. Lo cierto es que no está claro el modelo: si seguir implantando ‘colmenas’ o atender pedidos online desde la tienda más cercana. Lo que está claro es que lo hará Mercadona en solitario, es decir, no llegará a acuerdos con terceros.

Roig siempre ha mostrado un sentido común aplastante, pero ahora le ha dado por una deriva panteísta que ha dejado preocupado a más de uno. “El planeta es un ser vivo”, ha dicho. ¡Ay madre!

Roig cree que el Gobierno no debe tocar la reforma laboral de Fátima Báñez. “Cuantas menos cosas toquemos, mejor”, ha afirmado.

Roig siempre ha mostrado un sentido común aplastante, pero ahora le ha dado por una deriva panteísta que ha dejado preocupado a más de uno. “El planeta es un ser vivo”, ha dicho. ¡Ay madre!