OHL publicó sus resultados del primer semestre el miércoles por la tarde, tras el cierre del mercado. Había que esperar, pues, a este jueves para comprobar la reacción de los inversores. Y ha sido la peor de las esperadas: a cuatro horas del cierre, las acciones de la compañía caen más de un 22%, hasta los 2 euros por título.
OHL está en una encrucijada y no es por la caída en bolsa. El problema de la constructora es mucho más serio: el negocio no funciona. En otras palabras, los ingresos son insuficientes y no logran cubrir el consumo de caja, que en semestre ascendió a 430 millones de euros.
Desde la venta de Concesiones, OHL ha centrado su actividad en construcción, la división original de la compañía y que tan buenos resultados dio en el pasado pero que ahora presenta muchas dudas: los ingresos descendieron un 9,9% en el segundo trimestre y el Ebitda fue de -76,8 millones de euros, frente a los 13,3 millones positivos de junio de 2017.
Los ingresos son insuficientes y no logran cubrir el consumo de caja
En definitiva, son unos resultados peores de lo esperado y sin perspectiva de mejorar. De esta manera, a OHL se le presentan dos opciones: o liquidación -si lo prefieren, venta- o salvamento con cargo a Grupo Villar Mir. Efectivamente, o el máximo accionista -GVM posee el 38,3% a través de Inmobiliaria Espacio- se compromete con la constructora o no cesarán las caídas en bolsa.
Compromiso que se puede concretar en una ampliación de capital con derecho de suscripción preferente. Existe otra manera de mostrar compromiso, pero es menos transparente y podría acarrear querellas por parte de accionistas minoritarios: aprovechar la caída en bolsa para lanzar una Opa por el 100% de la constructora.