EEUU ha pasado de importador de petróleo a exportador en la última década, gracias a la fractura hidráulica.
La cotización del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, baja de los 30 dólares este lunes, acumulando ya un desplome superior al 50% en lo que va de año. Entre los motivos: los impactos del coronavirus en todo el mundo; así como el pulso entre Arabia Saudí y Rusia, tras la ruptura del pacto entre la OPEP y sus aliados, y los anuncios de aumentos de producción. Sin embargo, todo este contexto tiene otra víctima: el fracking (extracción de hidrocarburos mediante la fractura hidráulica) de EEUU.
El bajo precio del petróleo hace que este negocio no sea rentable, pues hasta ahora, se trabajaba con un baremo establecido en unos 50 dólares el barril de crudo Brent. Y por tanto, pone en peligro el liderazgo del país que preside Donald Trump como productor de hidrocarburos, el cual mantiene desde hace años: en 2018, se alzó como el primer productor tanto de petróleo como de gas natural. En concreto, en 2011, superó a Rusia como productor de gas y en 2018, venció a Arabia Saudí respecto al crudo.