Plaza del Mercado de Varsovia
Hasta ahora, contra las grandes tecnológicas sólo se han atrevido algunos gobiernos (ejemplo, Australia y Canadá) y por razones pecuniarias: sus trampas fiscales para pagar menos impuestos.
Sin embargo, los polacos han ido al fondo de la cuestión, que no es fiscal, sino ideológico: Polonia ha decidido multar la censura de las grandes tecnológicas, los googles, que sufren una verdadera obsesión por borrar a Cristo de Internet.
Sí, a Cristo, porque al fondo de la cuestión el patrón de las grandes tecnológicas no es otro que lo políticamente correcto, y lo políticamente correcto, lo progre, el Nuevo Orden Mundial (NOM), que todo es uno y es lo mismo, sólo tiene un enemigo: Cristo y su Iglesia.
En otras palabras, Polonia ha decidido censurar al censor, al oligopolio internetero de Google, Facebook, Twitter, Youtube, etc. Todavía está por ver que lo lleve a cabo.
El ministro de Justicia polaco, Zbigniew Ziobro, lo explica así: “Los ciudadanos polacos deben tener garantizados los derechos constitucionales... Actualmente no existen las herramientas para garantizar estos derechos fundamentales, y son las 'big tech' que deciden qué contenidos serán eliminados o censurados". Oiga, sencillamente brillante.
Naturalmente, Google, Facebook, Twitter no presumen de censurar el mensaje cristiano, eso abriría los ojos a muchos. Lo que censuran es lo que llaman delitos de odio, y que no es otra cosa que condenar y bloquear, con penas de hasta cuatro años de prisión en España, la más mínima discrepancia con los planteamientos de la ideología de género o del Nuevo Orden Mundial (NOM).
En principio no se debe censurar nada... salvo al censor
Por decir algo, si defiendes la vida estás odiando a las que abortan, si defiendes el matrimonio como unión entre hombre y mujer, incurres en homofobia y así con todo... y todo ello condenado, en España, con penas de hasta cuatro años de cárcel. ¿No pide ahora el Gobierno que la libertad de expresión no acarree pena de prisión? Y entonces, ¿qué hacemos con los delitos de odio, uno de los grandes logros del progresismo del siglo XXI... y que condenan con penas de cárcel?
Pues bien, en esa línea -se puede decir todo pero hay cosas que no se pueden decir, especialmente lo que a mí me disgusta- es en la que actúan Google, Facebook y Twitter: podéis decir todo menos lo que no nos convenga, eso lo censuraremos. O mejor: se puede decir de todo pero hay cosas que no se pueden decir, las que a mí me molestan.
Es más, como ya hemos explicado en Hispanidad, el insigne George Soros, buen amigo de Sánchez, a quien utiliza como una marioneta (Soros a Sánchez, no al revés) ha sembrado por todos los países una serie de "verificadores" para que las grandes 'bigtech' aprovechen su encomiable trabajo para censurar todo lo que huela a cristiano.
Y entonces es cuando los polacos, cómo no, han decidido actuar a la contra: multarán a las redes sociales cuando censuren los planteamientos ideológicos (no se engañen: archimayoritariamente se trata de pensamientos cristianos) que no les gusten.
Porque lo que está claro es que no se debe censurar nada, salvo al censor.
Polonia, esperanza nuestra. Esperemos que lleve a cabo su propuesta. Si Google censura lo que considera políticamente incorrecto censuremos nosotros a Google cada vez que censure.