- Los grandes empresarios y banqueros ponen su aparato mediático al servicio de Soraya y Susana. ¿Seguro que es suyo?
- Es decir, resucita la Operación Menina (Rajoy a la jubilación, Sánchez a casa).
- Y emerge la doble 'S': Soraya Sáenz de Santamaría y Susana Díaz: dos lideresas para España.
- Más dos problemas: Rajoy no se retira y amenaza con incluir a la vicepresidenta en el magma de la corrupción pepera.
- Y Sánchez no está dispuesto a ceder la plaza. Antes creará el Frente Popular.
- En cualquier caso, la pinza ya está creada: González pide a Rajoy que se marche.
- Y Cornejo, el hombre de Díaz, amenaza a Sánchez: blanco y en botella.
- El nuevo presidente de Telefónica, Álvarez Pallete, no cree en la influencia política de los empresarios.
- Y cuidado, porque si Rajoy renueva en Moncloa se vengará del CEC; todavía dirigido por César Alierta.
Testigos presenciales observaron el miércoles 31 a la presidenta andaluza,
Susana Díaz, en la
sede central de Telefónica, en el madrileño
distrito C. Allí se reunió con destacados miembros del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el órgano que agrupa a los
grandes empresarios y banqueros y que todavía preside
César Alierta.
Allí, en la sede de la segunda multinacional española y la tercera compañía más capitalizada del
Ibex se planteó la estrategia que deberá seguir la
estrella emergente del PSOE.
En otras palabras, se relanzó la
operación Menina, más bien la 'operación SS', o lanzamiento de
Soraya Sáenz de Santamaría como líder del PP y presidenta, y de
Susana Díaz como sustituta de
Pedro Sánchez. Es decir, Rajoy a la jubilación y Sánchez a su casa. O eso,
o Podemos llega al poder.
Y lo peor es que Pedro Sánchez sabe de la visita. Bueno, bien pensado lo peor no es eso,
lo peor es que acabarán por hacer buenas las críticas -tan generales y tontas como de costumbre, pero en este caso ciertas- sobre las
puertas giratorias del señorito
Pablo Iglesias.
¿Y por qué el
apoyo del CEC resulta tan apetitoso para políticos, incluso de izquierdas, a los que, en principio, no conviene verse rodeado de banqueros y presidentes de multicanales? Bueno, de hecho
lo ocultan.
Además, ¿seguro que el CEC
puede ofrecer el apoyo mediático de los grandes medios? ¿Tanto los domina y controla? Los hay que albergamos ciertas dudas al respecto.
Y
una dificultad añadida: en Telefónica, con
César Alierta al frente, quien permanecerá como presidente del CEC al menos hasta el próximo febrero, fue el responsable de quien acogió la conspiración -perdón, reunión- y que ahora la empresa está liderada, no por
Alierta, presidente del CEC, sino por
José María Álvarez Pallete, ¿significa esto que Pallete aprueba esta entrada en política del CEC en general y de Telefónica en particular, en la escena política? La respuesta es no. Ni de coña.
Pallete no quiere intervenir ni en política ni en medios informativos.
Y todo esto, ¿
qué desea el CEC? Pues quiere resucitar lo que un periodista bautizó como
Operación Menina, pero que en Hispanidad preferimos llamara
Operación SS, o doble s, si lo prefieren: que Rajoy se jubile y sea sustituido por Soraya Sáenz de Santamaría y que Pedro Sánchez se marche a casa y sea sustituido por
Susana Díez. Las dos S, la doble S, las SS.
Y en esto llevan desde hace más de año y medio.
Y el proyecto tiene más problemas. En primer lugar porque Rajoy no está por la labor. Recuerden que el '
Horizonte penal' del
presidente Rajoy tiene su origen en unos sobresueldos en 'B'. Bárcenas aporta documentos de esos pagos,
no sólo a Rajoy sino también a Soraya. Lo que ocurre es que la vicepresidenta tiene bula entre los medios y el presidente no. Pero eso no significa que a Rajoy le haga gracia. No entro ni salgo en si la acusación es exagerada o no. Lo que digo es que
se trata de la misma acusación.
Y Susana Díez sustituiría a Sánchez, como candidata a la Presidencia del Gobierno. Y tampoco está dispuesto.
En cualquier caso, blanco y en botella.
La pinza por SS se escenificaba por una doble vertiente: de entrada, el expresidente
Felipe González aseguraba que el PSOE debe facilitar el Gobierno del PP pero al mismo tiempo solicitaba que Rajoy se marchara a casa y fuera relevado por otro pepero. Y, qué casualidad, el secretario de Organización del PSOE en el Parlamento andaluz, mano derecha de Susana Díaz, es decir,
Juan Cornejo, le dijera a Sánchez que dejara de marear a los electores. Vamos, que haga lo propio, que el escenario ha cambiado y los dos grandes líderes nacionales deben ser las dos eses:
Soraya y Susana.
A todo esto, lo más cachondeable es que
si Rajoy repite en Moncloa, y por ahora es la apuesta más lógica, demostrará que la venganza es un plato que se come frío.
¿Que se prepare el CEC?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com