Illa y Marlaska
El autobombo de los ministros empieza a resultar molesto. Salvador Illa y, sobre todo, Fernando García-Marlaska, ministros de Sanidad y de Interior, han ofrecido otra rueda de prensa dedicada a justificar las medidas del gobierno y a felicitarse a sí mismos.
En cualquier caso, con su cierre total de actividades no esenciales, que se une al prohibido despedir de semanas atrás, Pedro Sánchez ha destrozado, no a las grandes compañías, sino a pymes, profesionales y autónomos. En definitiva, a los pequeños.
Porque el pequeño es más eficiente y productivo que el grande pero posee menos liquidez. Por decirlo así, la pequeña empresa ‘vive al día’. Y si no tiene ingresos al día tampoco puede pagar salarios al día ni pagar impuestos al día. Retrasarlo no vale, porque si se ve obligado a cerrar, el autónomo no tendrá ingresos para pagar impuestos… ni hoy ni mañana.
Resumiendo, con su cierre industrial, Sánchez destroza a las pymes españoles y a los autónomos.
El ministro Marlaska también mide el éxito del Gobierno por el éxito del confinamiento forzoso: si paras el país no habrá contagios… y hasta podría dejar de haber país
Pero ahí tenemos al titular de Sanidad, coordinador de la lucha contra la pandemia, una verdadero desastre, que continúa aferrado al cargo y que justifica el decreto del triste domingo 29 de marzo: “Para que haya economía, tiene que haber salud”. Y al revés también, señor ministro. La única parte positiva: "Estamos en el pico o cerca de él". Ojalá tenga razón, pero si el coste del coroanvirus es ese número de infectados y un país en ruinas, a lo mejor es que las medidas adecuadas no eran esas o se aplicaron mal.
El ministro Marlaska es otro que mide el éxito del Gobierno por los resultados del confinamiento forzoso: si paras el país no habrá contagios. Muy cierto ministro, y hasta podría dejar de haber país.
Ante el coronavirus al Gobierno sólo se le pedían medios sanitarios… y ha fracasado. Tampoco se le pedía que el coronavirus no provocara una crisis económica: lo que se le pedía es que, con su hibernación económica, no convirtiera una crisis en recesión.
Al Gobierno sólo se le pedía que aportara medios a los sanitarios... y ha fracasado
Los gobiernos nunca mejoran la economía pero, eso sí, pueden empeorarla ‘ad finem’. Justo lo que ha perpetrado Sánchez y lo que ahora defienden los titulares de Sanidad, Salvador Illa, y de Interior, Fernando García-Marlaska. Para el primero, filósofo, las leyes no tienen que ser justas sino solucionar problemas. Para el segundo, juez, la justicia no existe: sólo la legalidad.
E insisto: las grandes empresas aguantarán, las pequeñas no.
En este punto, recuerden dos cifras: las pymes generan el 65% del empleo en España, un país -segunda cifra- en el que el número de cuentapropistas (trabajadores por cuenta propia) supera los 3 millones. A unos y a otros, lo mejor de nuestro tejido económico, es a quienes el Gobierno Sánchez ha colocado ante el abismo. Y si no pueden pagar los salarios por falta de ingresos simplemente cerrarán. No saldrán de la hibernación, simplemente se liquidarán… lo cual también resulta difícil en España, dicho sea de paso.