Seat espera cerrar el año con una producción de 350.000 coches, un 30% menos que la de hace un año (500.005 unidades, el mejor volumen desde el año 2000) por culpa del Covid-19. Eso sí, ya ha tomado medidas para ver si llegan tiempos mejores: Christian Friedl será el nuevo director de la planta de Martorell, la principal de la marca, a partir del 1 de enero.

Reportará al vicepresidente de Producción y Logística de Seat, Herbert Steiner, y llegará con el objetivo de impulsar la electrificación de la fábrica. “Es uno de los mejores directivos del área de Producción del Grupo Volkswagen. Fue nombrado director de la planta de Porsche (marca para la que lleva trabajando desde 1999) en Zuffenhausen (Alemania) con menos de 40 años y ha dirigido su ampliación para acoger la producción del nuevo Porsche Taycan” (el primer vehículo 100% eléctrico de dicha marca. “Con su liderazgo y el de Steiner, queremos transformar la planta de Martorell para fabricar vehículos eléctricos a partir de 2025”, ha señalado el presidente de Seat, Wayne Griffiths.

Friedl llega desde la planta principal de Porsche a la de Seat y sustituirá a Rainer Fessel, quien “en sus dos años y medio, ha guiado la planta de Martorell hasta volúmenes récord y ha lanzado con éxito cuatro nuevos modelos”, ha destacado Griffiths. Fessel toma rumbo hacia la dirección de la planta de Volkswagen en Wolfsburg (Alemania). 

La filial española del gigante automovilístico alemán prevé que las pérdidas superarán los 300 millones este año debido a la pandemia y a que en la recta final se han cerrado algunos de sus mercados principales, como Reino Unido e Italia, según ha informado La Vanguardia. Eso sí, espera que la producción de coches mejore en 2021 hasta las 483.000 unidades, a un ritmo de 2.200 al día.