Seat, discípulo del NOM y de lo políticamente correcto, quiere concienciar a los empleados y a la sociedad “de la importancia de celebrar y respetar la diversidad”
Sorprendente comunicado de Seat emitido hace unos días, con el que no se queda atrás en lo que al Nuevo Orden Mundial (NOM) se refiere, pues presionará a sus empleados a profesar la ideología de género, como se puede ver en su Manifiesto “La diversidad nos lleva más lejos”. Así, “da un paso más en su compromiso con la inclusión y la diversidad como parte del ADN de la compañía”, atreviéndose a guiar las interacciones diarias de sus empleados.
El objetivo de la marca española que pertenece al grupo automovilístico Volkswagen es concienciar a los empleados y a la sociedad (sí, parece olvidar la humildad) “de la importancia de celebrar y respetar la diversidad”. Y ojo, porque no sólo se refiere a las cuatro generaciones de empleados que tiene, con 67 nacionalidades y 26 idiomas, ni al 21% de mujeres de la plantilla, sino también (he aquí lo que más gustará al NOM) al 7% que estima que pertenece a la comunidad LGBTIQ+.
Seat tiene cuatro generaciones de empleados, con 67 nacionalidades y 26 idiomas, un 21% de mujeres y estima que un 7% pertenece a la comunidad LGBTIQ+ (esto es lo que más gustará al NOM)
Conviene recordar que la ideología de género que impulsa el NOM se basa en dos aspectos: feminismo y homosexualismo. En su comunicado, Seat dice que “en un mundo cada vez más polarizado, está firmemente comprometida con la diversidad y la inclusión y esta diferencia -ya sea de género, raza, edad, identidad o creencias- nos hace más fuertes”. Al hilo de esto, cabe destacar que habla de género y no de sexo (como tanto le gusta al NOM), pero ojo, porque para no usar el término religión -y en cierta forma menospreciarlo- se refiere a “creencias”, quizá teniendo en cuenta que el NOM impulsa el ateísmo, lo que se traduce en mucho panteísmo (algo que también se disfraza bajo una fuerte apuesta por la sostenibilidad) y nada de Dios.
Por todo esto, Seat impone cuatro eufemismos, aunque prefiere llamarlos principios o pilares, claro está. En primer lugar, rechazar los estereotipos “con el fin de que cada individuo sea libre de crecer y contribuir”: aquí entra en juego el tema de quién decide lo que es verdad y lo que no lo es, lo que está bien y lo que está mal. Segundo, exigir diversidad: en un mundo tan moderno como el actual pensábamos que la diversidad surgía por sí misma y con libertad, no por obligación; aquí se puede ver cierta contradicción con el primer principio, donde el objetivo es que el individuo “sea libre”. Tercero: tomar acción: actuar, ergo no discrepar. Y cuarto, difundir el mensaje: hacer proselitismo de la ideología de género (feminismo y homosexualismo) para “crear un mundo mejor para todos”… y todas… y todes. ¿Comprenden ahora?
Y por supuesto, abunda la cursilería: “la diversidad alimenta la creatividad”, “multiculturalidad”, “dejar ser”, “ser diferente es el resultado de ser extraordinario”, “no te escondas y di lo que sientes”, “amor”, “encajar siendo tú mismo”
Claro que por si no han tenido suficiente cursilería, no se pierdan el vídeo (se puede ver al final del artículo) de presentación del Manifiesto de diversidad. Se pueden escuchar frases y palabras, como: “la diversidad alimenta la creatividad”, “multiculturalidad”, “dejar ser”, “igualdad”, “ser diferente es el resultado de ser extraordinario”, “no te escondas y di lo que sientes”, “amor”, “encajar siendo tú mismo”, “cero prejuicios”. ¡Qué bonito… y qué cursi! Wayne Griffiths, presidente de Seat, no se queda atrás y considera que “la diversidad será la clave para la transformación de nuestra empresa y ayudará a desafiar lo convencional”… para ser “una empresa aún más diversa, inclusiva y abierta”.
¿Y a qué viene todo esto? Pues a ser un buen discípulo del NOM y de lo políticamente correcto, justo coincidiendo con el Mes Europeo de la Diversidad promovido por la Comisión Europea. Además, en el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia (que se celebra cada 17 de mayo) ha participado en la campaña #OutAtWorkVWgroup. Eso sí, convendría preguntarse qué tan importante es tener un ingeniero homosexual o una soldadora o un diseñador que crea en Buda..., porque lo cuenta al final, como en toda empresa, son los resultados económicos. A la vista de esto, puede que el siguiente paso tenga que ver con la alimentación y se impulse el veganismo, el crudivorismo, etc.