Markus Tacke, CEO de Siemens Gamesa, quiere una recuperación verde
Este martes, Siemens Gamesa ha presentado sus cuentas cerradas a junio, quizás la que es la constructora de turbinas generadoras de energía eólica -y desde hace unos pocos meses fusionada con las divisiones de energía y gas de Siemens- más importante de Europa. Y lo hace en una coyuntura de mercado donde la mayor parte de las empresas energéticas se están posicionando de una forma decidida en la producción de energía eólica, como muestra los números presentados por Iberdrola en estos días y la reciente noticia de la petrolera estataL noruega Equinor, que ya está autorizada a instalar el mayor parque eólico marino español proyectado en las islas Canarias.
En este entorno, la compañía que tiene como CEO al alemán Markus Tacke ha presentado unas cifras acordes con la importancia que comienza a tener la producción energética que ahora se define con el nombre cursi de “sostenible”, quizás ecológicamente sí, pero aún falta por ver si lo es económicamente. De momento, antes de ver resultados, hay que destacar que la cartera de pedidos ha alcanzado una cifra récord de 25.135 millones de euros (M€), con crecimientos del 44%, 33% y 58% en las tres áreas de negocio (eólica terrestre -es decir, onshore-, eólica marina -offshore- y servicios).
Las ventas ascienden a 7.283 millones (+12%) pese a la competencia, la ralentización de la economía mundial y el riesgo de un Brexit sin acuerdo
Las ventas del grupo se han elevado a 7.283M€, con un incremento interanual del 12% pese a las presiones comerciales de la competencia del sector, la ralentización de la economía mundial, las dificultades de los antes denominados mercados emergentes y la presión de un Brexit que puede resultar sin acuerdo. El crecimiento del negocio de servicios ha sido del 25% y del 10% en AEG (Aerogeneración). Los costes de las ventas han ascendido a 6.626M€ y el margen bruto a 657M€. El Ebit antes de PPA, costes de integración y reestructuración ha sido de 475M€, un 1% menos que en 2018, si bien en su tercer trimestre fiscal la misma cifra fue de 159M€ (+2%) que en el mismo periodo de 2018, con unos porcentajes de margen equivalentes de -0,8% y -1,3% respectivamente.
Las amortizaciones del PPA ha sido de 200M€ (-17%) y para el trimestre anterior de 67M€ (-18%) junto con los 90M€ y 36M€ de costes de integración y reestructuración, dejando el Ebit reportado en 186M€ (+35%) para el acumulado del trimestre actual, mientras que el anterior cerró en 56M€ (+13%).
Hay perspectivas positivas sólidas a largo plazo, pero la compañía avanza que actualizará su estrategia en el primer semestre del próximo año
El beneficio neto de los nueve primeros meses del ejercicio fiscal de la compañía (octubre a septiembre) ha sido de 88M€ (+98%), que casi supone el doble del obtenido en el ejercicio precedente, a pesar de que en el ultimo trimestre reportado (concretamente, el tercero) el beneficio ascendió a 21M€, un 53% menos que en igual periodo de 2018 por ingresos fiscales contabilizados en ese mismo trimestre de 2018.
La deuda financiera neta ha sido de 191M€, propiciada principalmente por los 127M€ de capex, en línea con los objetivos anuales contemplados en el plan de negocio 2018-2020.
Siemens Gamesa, a pesar de las perspectivas positivas sólidas que mantiene a largo plazo a la vista del cumplimiento del desempeño logrado hasta la fecha, en especial en lo que se refiere al crecimiento de la cartera de pedidos, ha avanzado que actualizará su estrategia y la comunicará en una comparecencia el primer semestre del próximo año.
Y encima, esta reacción del mercado (-17,6%) carga de razón a Ignacio Galán e Iberdrola, que mantiene el pulso con los alemanes de Siemens, tras la operaciòn de semi-venta de Gamesa. Claro que Siemens Gamesa ha arrastrado al resto de compañías y al Ibex en su conjunto, que ha perdido los 9.000 puntos (cerrando en 8.986, tras una caída del 2,48%) en una de sus peores jornadas en lo que va de año. Esto último no se entiende bien, aunque algunos ven como posibles motivos la incertidumbre de un Brexit sin acuerdo (algo que lleva meses en el escenario), los malos resultados empresariales o la posible bajada de los tipos de interés que podría decidir la Reserva Federal (Fed) de EEUU. Además del Ibex, los principales mercados europeos han cerrado en negativo.