De Zugarramurdi a Nueva York
Los 83 científicos italianos no ponen en duda el cambio climático ni el calentamiento atmosférico, sino el hecho de que sea el hombre el culpable, tal y como asegura, entre otras, Naciones Unidas, que promueve medidas como, por ejemplo, comer menos carne, para luchar contra el cambio climático. Algunos, como el príncipe Harry y su esposa, Megan Markle, han abrazado con fuerza esta tiranía global y han decidido no tener más de dos hijos por razones medioambientales.
Según los científicos firmantes del texto publicado en la web elmanifiesto.com, sin embargo, “el origen antropogénico del calentamiento global es una conjetura no probada, deducida únicamente de ciertos modelos climáticos, es decir, de programas informáticos complejos, llamados modelos de circulación general”.
“La responsabilidad antropogénica del cambio climático observado en el último siglo es, por lo tanto, excesivamente exagerada y los pronósticos catastróficos no son realistas”, sentencian
“Por el contrario, la literatura científica ha destacado la existencia de una variabilidad climática natural que los modelos no pueden reproducir, variabilidad natural cada vez mejor verificada”, señalan. “Esta variabilidad natural representa una parte significativa del calentamiento global observado desde 1850”, afirman.
En otras palabras: la tesis promovida por Naciones Unidas no es cierta. “La responsabilidad antropogénica del cambio climático observado en el último siglo es, por lo tanto, excesivamente exagerada y los pronósticos catastróficos no son realistas”, sentencian.
Los científicos ponen en entredicho, por ejemplo, unas de las hipótesis más repetidas por los ecologistas: el calentamiento es anormal y se debe a actividades humanas, en particular a las emisiones de CO2 procedentes del uso de combustibles fósiles. “Sin embargo -afirman-, uno debe ser consciente de que el dióxido de carbono, en sí, no es un contaminante. Por el contrario, es indispensable para la vida en nuestro planeta” afirman.
Tampoco es cierto, según los estudiosos, que la acción del hombre haya aumentado de manera alarmante los huracanes o los ciclones, tal y como se está difundiendo en la opinión pública. Estos eventos climáticos extremos, por el contrario, responden a oscilaciones climáticas de 60 años y no a la emisión de gases de efecto invernadero.