Mediaset ha unido dos realidades al anunciar la política de retribución al accionista para el año, pero con un doble fin: impulsar la acción en bolsa, que ya nota, y afianzar a Paolo Vasile, el CEO en España, sacrificando la caja del grupo; es decir, mediante la recompra de títulos por 200 millones, aunque sólo dispone en estos momentos de 129,2 millones.
El grupo comunicó sus intenciones el jueves en un hecho relevante (en el documento adjunto), cuyo efecto más inmediato ha sido la subida de la cotización entre ese día y este lunes de 5,92 a 6,27 euros (la fiesta se ha acabado este lunes). No es ajeno a ese escenario que haya propuesto un dividendo equivalente al 50% del beneficio en ejercicio 2018.
Vasile quiere blindarse en España ante los pasos que pueda dar la matriz italiana
Ahora bien, lo más significativo es el plan de recompra de acciones para reforzar a Vasile, que quiere quedarse en España, ante los pasos que pueda dar la matriz italiana. Ese programa seguirá en vigor hasta febrero del próximo año y equivale, por los 200 millones, a un 10% de la capitalización (a los precios de ahora), aunque hay un tope en las adquisiciones del 25% del volumen diario negociado.
Se trata, en fin, de asegurar un pay out atractivo y del autoblindaje, por esa vía, del propio Vasile. El CEO ha demostrado ser un tipo pragmático para reducir costes (como la supresión de Noticias Cuatro) y tratar de sostener los ingresos con una audiencia adicta a la telebasura.
Pero, ojo, Mediaset es una de las dos patas del Duopolio TV, con Atresmedia, y se aprovecha de una disfunción indefectible: un porcentaje de la tarta de los ingresos por publicidad (el 83% del conjunto del sector) que no se corresponde con las cifras de audiencia (54,7%).
Destina 200 millones a un plan de recompra de acciones, aprovechando la baja cotización
Y en paralelo, el otrora intocable Vasile se ha visto obligado a desmentir las informaciones que apuntaban a una OPA de la matriz italiana, cuya explicación no es otra que el desgaste que sufre el grupo audiovisual. Es el motivo por el que acumuló en 2018 una pérdida del 30% en bolsa. El tortazo es mayor si ampliamos la lupa en el tiempo, con un declive interrumpido desde abril de 2017, cuando cotizaba a 12,66 euros, el doble que ahora (6,27).
Tampoco se ha salvado de la misma tendencia Atresmedia (-40%), en crisis por la competencia de la TV de pago y la fuerza creciente de plataformas como HBO o Netflix. Una cosa está clara: los analistas han estado pendientes hasta ahora, sobre todo, del efecto de la publicidad en las cuentas de los dos grupos, pero empiezan a incorporar en sus cálculos el arañazo en cuota de las plataformas de pago, las cadenas de pago (Movistar+, Vodafone TV y Orange TV) o YouTube, en el ámbito de Internet.