Parece que el grupo sueco Volvo se ha recuperado, pues ha subido bastante en beneficio neto (+31%) como en ventas (+15%) en los nueve primeros meses del año, tras un buen tercer trimestre. Y todo ello, pese a los menores pedidos de camiones (-35%), su principal división.

En concreto, el fabricante de vehículos sueco, propiedad de la empresa automotriz china Geely desde 2010, ha ganado 2.742 millones de euros (+31%) hasta septiembre y ha logrado un beneficio operativo de 3.576 millones (+29%). Por su parte, la facturación neta ha ascendido a 30.195 millones (+15%). Datos buenos y más teniendo en cuenta que en el primer trimestre, ganó un 39% menos y sus ventas sólo subieron un 5,9%.

Y todo ello, pese a los menores pedidos de camiones: han caído un 35%, hasta las 129.431 unidades. Eso sí, las ventas han ascendido a 176.188 unidades (+7%). “En los dos últimos años los clientes en Europa y Norteamérica han renovado y expandido sus flotas de camiones, pero ahora están frenando sus inversiones por la estabilización de los niveles de flete y la incertidumbre sobre la evolución económica”, según ha señalado el presidente y CEO, Martin Lundstedt.